Sanidad tiene contabilizados siete casos de zika en Asturias desde que a principios de año saltasen las alarmas por sus efectos negativos en embarazadas. La última infectada por el virus es una ovetense de 37 años, que estuvo de vacaciones en México, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. La mujer está ingresada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y su estado no reviste gravedad. El consejero Francisco del Busto aseguró ayer que "no hay preocupación" ante el riesgo de nuevos contagios e insistió en que la situación es "absolutamente normal". "Lo importante es que el vector no está en la región y que ninguna de las afectadas estaban embarazadas", destacó.

De los siete infectados por zika, cinco están confirmados y dos "en estudio", según detalla el Principado. En este último grupo se encuentra la última paciente, que dio positivo en las pruebas realizadas por el HUCA, pero cuya confirmación definitiva dependerá de los análisis del Instituto Nacional Carlos III de Madrid, que pueden tardar meses. "Esta enfermedad es relativamente no grave. Sabemos que los síntomas desaparecen generalmente en el plazo de una semana", afirmó Del Busto. El Consejero explicó que "en un mundo globalizado es normal que las enfermedades se globalicen cada vez más". Lo que le corresponde al Principado ahora es "estudiar a los pacientes, saber cuál es el origen y describir el virus", agregó. Todos los casos asturianos fueron importados de América Latina.

Los dos primeros se conocieron en febrero, en plena alarma por el virus: dos mujeres que habían estado en Venezuela. Sin embargo, en un primer momento se barajó la posibilidad de que fuesen cinco los infectados: tres adultos y dos menores. En concreto eran una madre y su hija de 10 años, que regresaban a la región procedentes de un viaje desde Venezuela; un niño de 10 años que había viajado a Paraguay; un hombre procedente de Cuba y otra mujer, ajena a las dos primeros pacientes, que también llegó a Principado tras estar en Venezuela. Finalmente, las pruebas de sangre confirmaron solo dos. A ellos se suman tres casos más, de los que la consejería de Sanidad elude dar más datos.

La última infectada llegó el domingo al Principado procedente del Caribe mexicano, donde pasó unos días de descanso junto a su pareja. Ese mismo día, la mujer comenzó a encontrarse mal y acudió a Urgencias con una erupción en la cara, que posteriormente se le extendió al resto del cuerpo. Éste es uno de los síntomas habituales del zika, junto a la fiebre, el dolor de cabeza y de articulaciones, y conjuntivitis. Su pareja también fue sometido a pruebas, ya que el virus tarda en incubarse entre 3 y 12 días después de la picadura.

"Es más la sorpresa que la gravedad de la situación. Preocupación no tenemos, en todo caso habrá que estar en alerta", comentó el consejero de Sanidad, Francisco del Busto. La cosa cambiaría si la próxima infectada fuese una embarazada, ya que, sin ser mortal, el zika causa microcefalia en algunos bebés. Una reciente investigación revela que esto sucede al desviar una proteína clave en la división celular del feto en desarrollo. El equipo de científicos la Universidad de Yale (Connecticut, EE.UU.) concluye así que el virus mata a las células madre en el cerebro y afecta al proceso de creación de células cerebrales. En España ya se registró el primer caso en Cataluña.