Todo un concejo consternado. No hay palabras en Grado que expliquen la muerte de Francisco Crego Marcos, médico del concejo desde 1960, tras ser hallado degollado, con una herida de dos dedos de ancho, en su finca de La Barraca el pasado domingo. La Guardia Civil detuvo ayer como presunto autor del crimen a un vecino del pueblo, cuya identidad se corresponde con las iniciales D. J. J., conocido como "El Araña". Los agentes y autoridades judiciales realizaron un registro en la vivienda del sospechoso, que después fue trasladado al cuartel de la villa donde permanecerá hasta que sea puesto a disposición judicial. La investigación apunta como móvil al robo, si bien el caso está bajo secreto de sumario. El detenido no ha reconocido el crimen, según fuentes jurídicas.

Todo un concejo consternado. No hay palabras en Grado que expliquen la muerte de Francisco Crego Marcos, médico del concejo desde 1960, tras ser hallado degollado, con una herida de dos dedos de ancho, en su finca de La Barraca el pasado domingo. La Guardia Civil detuvo ayer como presunto autor del crimen a un vecino del pueblo, cuya identidad se corresponde con las iniciales D. J. J., conocido como "El Araña". Los agentes y autoridades judiciales realizaron un registro en la vivienda del sospechoso, que después fue trasladado al cuartel de la villa donde permanecerá hasta que sea puesto a disposición judicial. La investigación apunta como móvil al robo, si bien el caso está bajo secreto de sumario. El detenido no ha reconocido el crimen, según fuentes jurídicas.

Crego, de 83 años, llegó a su finca de La Barraca a mediodía del domingo, una costumbre que tenía desde que se jubiló. Tras permanecer varias horas sin dar señales de vida, una de sus dos hijas acudió a la propiedad familiar, donde lo encontró muerto, tal y como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA. La Guardia Civil inició entonces la investigación, que se alargó durante toda la madrugada y la jornada de ayer.

La vivienda se encontraba revuelta, lo que hizo sospechar rápidamente de un robo. Además, Crego había informado en los últimos meses a la Benemérita de que estaba sufriendo sustracciones y amenazas por parte de D. J. J., quien le había limpiado la finca en varias ocasiones. "El Araña" tiene antecedentes penales, tal y como pudo saber este diario. Pero el médico nunca llegó a denunciar. Con este precedente, el arrestado se convirtió rápidamente en el principal sospechoso del crimen. De hecho, el trabajo de la Guardia Civil fue muy rápido y efectivo. Todo indica que las pruebas son contundentes. Incluso los vecinos de La Barraca así lo insinuaron por la mañana: "Está cerrado a cal y canto y no es normal, siempre hay mucho movimiento", dijeron de la casa del sospechoso, situada frente a la entrada a la finca de Crego.

Pasadas las doce del mediodía, los agentes procedían a la detención de D. J. J., quien se había pasado la mañana llevando cucho de una cuadra a una finca, mientras los agentes trabajaban a pocos metros en la resolución del crimen. A "El Araña" se le veía de lo más tranquilo. Cuando le fueron a detener, no opuso resistencia. Según comentaron los vecinos, estuvo la tarde del domingo asomado a la ventana de casa, preguntando qué había pasado en la finca del doctor.

Tras ser arrestado, D. J. J. fue conducido al cuartel moscón aunque dos horas después regresó a su vivienda, con el fin de asistir a un registro en presencia de su abogada de oficio, María Teresa García González. La inspección, con la presencia del detenido, fue muy exhaustiva. Participaron agentes expertos en detección de explosivos del grupo "TEBYL", que rastrearon la casa y el terreno, en busca del arma homicida. También peinaron la propiedad de Crego. Los agentes se llevaron todas las armas blancas, con el fin de buscar rastros de sangre. En la casa había una gran suma de dinero, sobre cuyo origen no dio cuenta adecuada el detenido. También hicieron acto de presencia agentes de Estupefacientes.

El presunto autor del crimen fue enviado al calabozo del cuartel moscón al término de la inspección. Los agentes le tomarán declaración a lo largo del día de hoy, dentro de la primera fase de instrucción del caso, para después ponerlo a disposición judicial. Tienen un plazo de 72 horas desde la detención del sospechoso. "De momento no hay nada, todavía no hemos llegado a la fase de que declare o se le impute algún delito", precisó su abogada.