Aunque no hay datos oficiales actualizados, todos los indicadores apuntan a que Asturias sigue concentrando entre el 80% y el 90% de la producción y el consumo de sidra natural, como asegura Consuelo Busto, gerente de Sidra Mayador, en Villaviciosa. El Principado también está a la cabeza de otras variedades, como la espumosa.

Los datos de la patronal española de alimentación y bebidas (FIAB) atribuyen al conjunto de sidras en sus distintas modalidades más las bebidas que incorporan vino -el caso de las sangrías-, horchatas y otras elaboraciones, un crecimiento en el consumo del 7,3% el año pasado. Esta cifra sólo fue superada por algunos tipos de aceite y carnes congeladas.

Por su parte, la Asociación Española de Sidras (AESI) calcula que Asturias tiene una producción anual de 36 millones de litros de sidra natural, seguida por el País Vasco, con 9 millones. Los datos no son exhaustivos porque no todos los elaboradores forman parte de este colectivo patronal. Según los lagareros asturianos, este año se elaboraron en la región casi 40 millones de sidra.

La clave del éxito, dicen los empresarios de la región, es un modelo sustentado en pequeñas empresas. "Yo creo que eso ha beneficiado a la buena marcha del sector. Y esperemos que se mantenga. Tendremos que evolucionar, como es lógico, pero no reconvertirnos", explica el presidente de la Denominación de Origen Protegida, Tino Cortina. La sidra asturiana ya llega a toda España a través de los supermercados, que venden marcas blancas. Es el caso de Día, que embotella Industrial Zarracina (Gijón) desde hace un año.