Dos años de veda para el oricio son insuficientes. Los mariscadores de la región vaticinan que la Dirección General de Pesca tendrá que acabar prolongando la prohibición ante la escasez de este equinodermo en el litoral asturianos. Los profesionales aseguran que los erizos de mar que quedan son pequeños y necesitan entre cuatro o cinco años para alcanzar el tamaño mínimo de explotación. El sector reclama "estudios serios" una vez que finalice la limitación y "más control" del furtivismo. "Habrá que dejar de pescar oricio el tiempo que haga falta. Durante años se hizo mucha presión sobre el recurso y ahora estamos pagando las consecuencias", comentan.

La alarmante situación de la especie llevó a la consejería de Recursos Naturales a optar en junio por la medida "más radical": una veda "total y permanente". Sin embargo, la resolución que saldrá publicada de forma "inminente" en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) rebaja esa prohibición a dos años. Fuentes de la Consejería matizan que se acordó ese tiempo con el sector para "ver cómo evoluciona la especie" y no descartan alargar la veda. "Si la medida no tiene efecto, nos volveríamos a sentar para ver qué paso dar", explican.

El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, Dimas García, defiende esta idea de consenso una vez finalice el periodo de veda. "Habrá que comprobar si verdaderamente la medida vale para algo o hay que tomar otras distintas. Entre eso y la repoblación de alevines que está llevando a cabo el Centro de Experimentación Pesquera esperemos que la población de oricios mejore", comenta García. No obstante, reconoce que el estado actual de la especie es "difícil": "Fuimos muchos los que durante años estuvimos tirando del teto. Tanto profesionales como deportistas". Para el patrón mayor de la cofradía "Nuestra Señora del Rosario" de Candás, José Ángel Gutiérrez, dos años son pocos: "En ese tiempo no se va a solucionar nada. El oricio es una especie de crecimiento lento". El mariscador Pablo Cos opina lo mismo: "Dos años no son nada para que el equinodermo se regenere". "Este año sólo salí dos veces, porque hay tan poco que no te renta. La única forma de sacar algo es buceando, pero está prohibido", agrega.

En este sentido, los pescadores reclaman "más control" en la costa asturiana para frenar el furtivismo y las malas prácticas de captura. "Después de la veda habrá que mirar muy bien quién pesca erizos, cómo y cuántos saca del mar. Porque lo que hay ahora es un desmadre", critica Salvador Fernández, patrón mayor de Cudillero. La Dirección General de Pesca indica que desde hace dos años la Guardería de Pesca, las cofradías y la Guardia Civil trabajan de forma "coordinada" para atajar este problema. "Se están teniendo además buenos resultados en alertas y decomisos", insisten.

Las restricciones se extienden también a la ortiguilla, una vez detectado por la autoridades autonómicas un incremento de las extracciones de esta anémona de mar que, de no ser controlada, "podría comprometer su sostenibilidad en el tiempo". En este caso, las capturas se limitarán sólo a profesionales, que deberán cumplir con un cupo máximo y un peso mínimo. Los pescadores deportistas critican a la Consejería por prohibirles la pesca de esta anémona, que se comercializa para uso gastronómico en Andalucía. "Tienen mucha cara; quieren cogerlas para luego comercializarlas. El kilo se paga a cinco euros. Que no engañen a nadie, porque aquí en Asturias no se comen", dice José Ángel Gutiérrez. "Dicen que el mar es de todo. Y el mar no es de nadie. No queremos que los deportistas pesquen ortiguillas para que luego las vendan. Para eso ya estamos nosotros", dice Dimas García.