José Ángel Fernández Villa se ha dejado ver de nuevo junto a su domicilio del barrio ovetense de La Florida, en el que permanece prácticamenterecluido desde que trascendió que había aprovechado la amnistía fiscal del PP para aflorar 1,4 millones de euros que mantenía ocultos y cuyo origen está siendo investigado desde hace ya meses por la Fiscalía Anticorrupción. Tal y como demuestran las dos imágenes que acompañan esta información, tomadas hace escasos días y exclusivas de LA NUEVA ESPAÑA, el deterioro físico del otrora todopoderoso secretario general del SOMA es evidente. Con el pelo mucho más largo de lo que era habitual en él cuando estaba en activo, ataviado con unas gafas de sol y calzando unas vistosas zapatillas deportivas azules, Fernández Villa llegó a la calle en la que reside a bordo de un taxi. Con serias dificultades para bajarse del vehículo, caminó lentamente, encorvado sobre un bastón y con la ayuda de su esposa, María Jesús Iglesias, hasta llegar al portal de su casa. LA NUEVA ESPAÑA ya publicó en exclusiva el pasado 21 de agosto las primeras imágenes del exsindicalista desde que estallara el escándalo que desembocó en su expulsión del SOMA y del PSOE.