Los llagareros asturianos estiman que el objetivo de sus colegas vascos al reclamar una Denominación de Origen Protegida (DOP) para la sidra como la que tiene el Principado desde hace ya trece años es la conquista de los mercados internacionales, donde la "sagardoa" ha logrado cierto reconocimiento de la mano de los más prestigiosos cocineros de Euskadi y donde puede estar en disposición de competir con la sidra elaborada en la región. Para ello, según indica Celestino Cortina, presidente del consejo regulador de la DOP "Sidra de Asturias", resulta "fundamental" contar con un sello de calidad como esa denominación de origen que el sector del País Vasco ha empezado a tramitar con el apoyo del Ejecutivo autonómico que preside el nacionalista Íñigo Urkullu.
Cortina, llagareru de Villaviciosa, sostiene que una denominación de origen de la sidra vasca no supondría ningún tipo de competencia a nivel regional para la asturiana y que, en el ámbito nacional, la pugna existiría, pero sin llegar a ser intensa. La batalla de marcas sí que se plantearía, llegado el caso, en los mercados internacionales. "Es a por lo que van los vascos y donde ya han hecho bien alguna cosa", apunta el presidente del consejo regulador, convencido de que Asturias va "un paso por delante", aunque aún no los ha dado todos. "Nos queda el último, que es la unidad de todo el sector dentro de la denominación", apunta.
Unai Agirre, gerente de la Asociación de Sidra Natural de Guipúzcoa, confirmó ayer en conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA que la decisión del sector sidrero vasco de ir a por la denominación es "firme" y que también tiene ya carácter oficial. "Hemos presentado toda la documentación para que se remita al Ministerio de Agricultura", apunta Agirre, que no da plazos para conseguir un sello de calidad que depende de la Unión Europea. Eso sí, asegura que medio centenar de elaboradores de las tres provincias vascas podrían inscribirse en la denominación y también pone de manifiesto que el objetivo de esta iniciativa no es competir con Asturias. "Creo que se trata de algo positivo para todos, ya que de lo que se trata es de dignificar el sector", subraya.
Euskadi elabora entre diez y doce millones de litros de sidra al año, por los cerca de 40 millones que salen de los llagares asturianos. El Gobierno vasco tiene una marca de calidad propia, denominada "Eusko label", para la producción que se elabora con manzanas de variedades autóctonas seleccionadas. La escasez de materia prima es uno de los problemas principales de los sidreros vascos, aunque en los últimos años ha crecido la producción gracias a las nuevas plantaciones.
