El Ministerio de Fomento ha reactivado el proyecto para la llegada del AVE desde Oviedo a Gijón y Avilés, poniendo en marcha los trámites para que obtenga la preceptiva declaración de impacto ambiental previa a la ejecución de los trabajos. El estudio informativo del tramo fue sometido al proceso de alegaciones en abril de 2015 y llega ahora al Ministerio de Medio Ambiente, que dispone de un plazo máximo de año y medio para pronunciarse sobre la viabilidad del nuevo trazado Oviedo-Gijón-Avilés. Está diseñado como un corredor mixto para el uso conjunto de los trenes de viajeros y de mercancías, a modo de "Y", en el que se plantean una serie de actuaciones con un presupuesto global que oscila entre 469 y 502 millones de euros.
Entre las mejoras previstas en el nuevo itinerario, que se ha proyectado con vía de ancho ibérico, aunque reconvertible a la específica de Alta Velocidad, figuran la erradicación de la rampa y curva de Villabona (Llanera) y la duplicación de la vía de Nubledo a La Rocica (Avilés). Además, según Fomento, la actuación va a permitir rebajas en los tiempos de viaje para los Alvia, los cercanías y los mercancías, así como una conexión directa en ancho ibérico entre Gijón y Avilés sin necesidad de realizar inversiones de la marcha en la estación de Villabona como sucede ahora, enlaces con El Musel y la Zona de Actividades Logísticas de Asturias (Zalia) y la continuidad de las estaciones de tren de Oviedo en el centro de la ciudad
Los técnicos que realizaron el proyecto para el Ministerio de Fomento sostienen que los tiempos de viaje en tren por el centro de la región son mejorables sin necesidad de instalar vías de Alta Velocidad entre las tres principales ciudades asturianas. Una simulación técnica ha determinado que los servicios de cercanías de Oviedo a Gijón, cuyo tiempo comercial más frecuente en la actualidad es de 32 minutos, puede quedar en el entorno de los 27 minutos, incluyendo paradas de 15 segundos en todas las estaciones del trazado. Los convoyes semidirectos quedarían en el entorno de los 22 minutos.
El Alvia tarda hoy de 27 a 31 minutos entre las dos principales ciudades asturianas. Según Fomento, el proyecto de la "Y" permite reducir el desplazamiento a 18 minutos sin cambiar las características técnicas del tendido.
La tramitación del proyecto para la Alta Velocidad entre Pola de Lena y Oviedo marcha más retrasada y aún no ha llegado al Ministerio de Medio Ambiente. En este caso, la alternativa seleccionada por Fomento cuando Ana Pastor estaba al frente de ese departamento prevé un desembolso de mil millones de euros para la ejecución de un trazado que apenas aprovecharía la infraestructura actual. Su longitud es de casi 22 kilómetros, unos diez menos que la línea en servicio, y en el recorrido están diseñados seis túneles y cinco puentes casi sin solución de continuidad.
De acuerdo con los planos presentados por Fomento el pasado verano, el itinerario preferido por los técnicos parte de Pola de Lena, donde concluye el trazado de la variante de Pajares, y a la salida de esa localidad se dirige hacia el Oeste, en lugar de hacia el Este como la vía actual. A partir de ahí, están previstos un túnel de 1.165 metros, un viaducto por encima del arroyo de Muñón y un nuevo tubo, de casi once kilómetros y medio, que desemboca al Oeste de Mieres. Siguen otro puente sobre el río Caudal, un túnel de 2,7 kilómetros y un viaducto que salva el Nalón cerca de Soto de Rey para seguir hasta el enlace con la línea actual a la entrada de Oviedo, con otros dos pequeños pasos elevados y dos tramos soterrados menores.
Los trazados para la Alta Velocidad por el centro de la región están a expensas de que concluyan las obras de la Variante, que llevan prácticamente paralizadas desde hace varios meses. La única actividad se concentra en estos momentos en la contención del talud inestable de las inmediaciones de Campomanes, labor que los técnicos esperan tener lista para finales de este año. Las fuentes de la obra consultadas son bastante menos optimistas con respecto a la conclusión de todo el trazado entre La Robla y Pola de Lena. A su juicio, el hecho de que no esté ni contratada la instalación de los raíles en la vertiente asturiana, los problemas con el proyecto de la ventilación y el preceptivo periodo de pruebas impiden que la Variante abra antes del otoño de 2018
