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Los expertos rechazan derribar las casas por su interés arquitectónico

Los chalés de Perlora son únicos en Asturias y por ello no deben derribarse. Según el arquitecto Adrián Cachán, que ha estudiado a fondo las más de 300 construcciones que tiene el complejo, combinan la arquitectura tradicional con la contemporánea. Un hecho "curioso y muy singular". En la villa hay más de 30 tipos diferentes de casas, que fueron construidas principalmente por los Hermanos Somolinos. "En la ciudad se ve cómo los arquitectos de la época fueron experimentando y transformando la casas tradicionales de piedra en un tipo de diseños más modernos y sencillos", explica. "Hay varias casas de tipo hórreo, algo que nunca se había hecho, y que creo que las futuras generaciones deberían conocer y valorar".

Cachán opina que la reparación de las cubiertas y de la pintura de algunas viviendas realizadas en los últimos años por el Principado no son más que "cosmética"; "una mejora estética y paliativa que más que evitar la evolución de las lesiones, simplemente se encarga de ocultarlas y dar un aspecto aparente pero falso de reforma". El arquitecto ovetense está "totalmente en contra" de los derribos que plantea la Administración: unos 14 chalés, actualmente vallados por seguridad. "Tendrían que estar completamente justificados. Ahora mismo ninguna vivienda estaría para entrar. Llevan cerradas a cal y canto desde 2006 y sin un mantenimiento mínimo. Lo normal es que tengan problemas de humedad y más", manifiesta.

Los usuarios de la vieja residencia perlorina califican de "vergonzoso" que Perlora "vaya cada año de más a menos", como señala el vallisoletano Roberto Fernández. "Tienen que hacer algo para que disfrutemos como antes de la zona", indica. La candasina Marián Holgado opina que antes de ver caer las casas, "mejor se las daban a gente con pocos recursos".

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