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El misterio de Quirós

Los conservacionistas aseguran que en 2014 murió otro plantígrado en Asturias de un disparo, versión que contradice a la necropsia

La muerte del oso de Moal a consecuencia de un tiro tiene un precedente cercano, a juicio de los conservacionistas, convencidos de que en el fallecimiento del plantígrado cuyo cuerpo fue hallado en Quirós el 10 de junio de 2014 también tuvo que ver una bala. Esa versión contradice los resultados de la necropsia, que achacó la muerte a las lesiones traumáticas superficiales y leves que presentaba el animal, posiblemente causadas por otro ejemplar de la misma especie, así como a una mitiosis gangrenosa generada por bacterias.

Los restos del oso de Quirós fueron analizados por Juan Francisco García Marín, el mismo catedrático de Patología Animal que dirigió la necropsia del ejemplar hallado en Moal.

Tras la divergencia entre la versión oficial y la que defienden colectivos como el Fapas aflora el frontal rechazo del colectivo conservacionista a la forma en la que gestiona las necropsias el Principado. Y es que, según apunta su presidente, Roberto Hartasánchez, "no es infrecuente que las recogidas de los restos mortales terminen en procedimientos irregulares, sin autorizaciones judiciales ni actas de custodia para llevar a cabo los análisis".

Hartasánchez recalca que no duda de la "profesionalidad y honradez" de los veterinarios de la Administración autonómica que acompañaron a García Marín este sábado en el análisis del cadáver del oso localizado en Moal.

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