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El gran llagar yanki se rinde al culete

El dueño de la marca más vendida en EE UU empieza a hacer sidra como la de Asturias en Michigan tras visitar la región

Ryan Burk, en su bodega de Michigan.

Al "rey de la sidra" norteamericana le tira el culete. Ryan Burk es el responsable de Angry Orchard, la marca de zumo fermentado de manzana más vendida de Estados Unidos (EE UU), con una cuota de mercado que llega al 54% sobre un consumo anual que alcanza los 220 millones de litros en todo el país. Comercializa casi el triple que todos los llagares del Principado juntos, gracias a un producto dotado de una fuerte carbonatación artificial que funciona como sustituto de la cerveza, pero, en realidad, Burk es un enamorado de la sidra asturiana. Hasta el punto de que ya ha comenzado a elaborar en Michigan una variedad inspirada en la tradición de una región que conoció y de la que quedó prendado gracias a su amistad con el asturiano Eduardo Vázquez Coto, gestor de la principal empresa de importación de sidra internacional de España.

Esa sidra ya está siendo etiquetado con el nombre de Edu en homenaje a Vázquez y, según afirman quienes la han probado, presenta un "marcado estilo asturiano". Burk y Eduardo se conocieron por motivos profesionales en EE UU, acabaron trabando una buena amistad y viajaron juntos a España para conocer la tradición sidrera local.

"Eduardo me llevó a conocer fabricantes de sidra y me introdujo en la cultura, la comida, en cómo se bebe... Ahora estoy trabajando en Michigan en la producción de sidra española. Es probablemente la primera vez que esto se lleva a cabo en EE UU, o por lo menos empaquetada a gran escala", apunta Burk. Unos vascos que visitaron la sede de Angry Orchard hace un par de semanas y probaron la bebida antes de embotellarla "quedaron bastante impresionados", afirma el lagarero estadounidense.

"La sidra asturiana es muy delicada, no está pasteurizada, tiene pocos o ningún sulfato, una fermentación salvaje, es muy reposada...", explica Burk a sus clientes. Según cuenta, ya le gustó cuando tuvo ocasión de probarla por primera vez en Estados Unidos, aunque le pareció algo agria y con cierto aire a cerveza. Sin embargo, el "flechazo" se produjo durante la visita al Principado. "Allí la sidra sabía totalmente diferente, Me recordó a un arroyo, al sabor de la primavera, a manzanas recién recogidas, a un patio, a algo femenino, muy femenino". subraya Burk.

El dueño de Angry Orchard está convencido de que su sidra asturiana puede tener una buena acogida entre el público norteamericano que busque un producto tradicional y con personalidad, alejado del que comercializa ahora con tan notable éxito. La producción nacional de mosto fermentado de la manzana ha crecido exponencialmente durante los últimos años de la mano de la marca de Burk y de otras relacionadas directamente con grandes firmas cerveceras locales y foráneas. Tanto Asturias como el País Vasco concentran en EE UU buena parte de sus estrategias para ganar nuevos espacios. Varios llagares de la región tienen desde hace años presencia en el mercado norteamericano.

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