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La bala que mató al oso de Moal le atravesó el estómago y le reventó el hígado

La Sociedad de Cazadores de Cangas del Narcea "condena" un incidente que "no tiene que ver con la actividad cinegética"

El oso de Moal, en la cuneta en la que fue localizado el pasado viernes.

La bala que acabó con la vida del oso cuyo cadáver apareció el viernes en Moal (Cangas del Narcea) entró en el cuerpo del animal tras romperle una costilla, le atravesó el estómago y le originó gravísimos daños en el hígado, donde quedó alojado el proyectil. Todo ello desembocó en una gran hemorragia interna que acabó con la vida del plantígrado poco después de ser tiroteado. Quién fue el autor del disparo sigue siendo una incógnita, aunque el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil mantiene abierta una investigación desde el mismo viernes.

La hipótesis de que la muerte del joven oso, un magnífico ejemplar de 105 kilos de peso, estuvo relacionada con la actividad cinegética parece quedar descartada, una vez constatado que en los días previos a la aparición del animal no hubo cacerías ni controles de la población de jabalí en el entorno de Moal. La Sociedad de Cazadores de Cangas del Narcea emitió ayer un comunicado en el que lamenta el suceso y las "elucubraciones" que "tratan de ligarlo" a la caza. "Esta sociedad es miembro activo y colaborador en la defensa de las especies protegidas y en particular del oso, y así puede acreditarlo mediante los convenios suscritos a este respecto con asociaciones ecologistas como la Fundación Oso Pardo", afirma el presidente del colectivo cangués, José Luis López Díaz, que ve "mucho más probable" la vinculación de la muerte del oso de Moal "con otras causas totalmente ajenas a la caza".

El Gobierno regional ha puesto toda la información que tiene sobre el caso a disposición de la Fiscalía de Medio Ambiente y no descarta presentarse en la causa como acusación particular, algo que ya tiene decidido la Fundación Oso. Aunque la investigación no está cerrada, la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, desvinculó el miércoles la muerte del oso tanto de la actividad cinegética como de una posible represalia de ganaderos de la comarca occidental por los daños ocasionados por los plantígrados en los últimos meses. Aunque no fue más allá en sus explicaciones durante su comparecencia en la Junta, el argumento de la responsable autonómica deja al furtivismo como la principal hipótesis para determinar el origen de la bala que mató al animal.

El oso fue localizado en la cuneta de una carretera de Moal a las 13.40 horas del viernes por una familia de turistas que regresaba de visitar la reserva de Muniellos. Aunque en un principio y a simple vista no se apreciaban signos de una muerte violenta en el cuerpo del plantígrado, la necropsia que se le practicó el sábado en León determinó que el animal falleció desangrado internamente, tras recibir un tiro poco antes y no demasiado lejos de donde se halló el cadáver. Los autores de la necropsia consiguieron recuperar el proyectil, un elemento muy importante para los investigadores.

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