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Una auditoría afirma que el GITPA no infló sus obras y que se ejecutó lo proyectado

El análisis externo que encargó el Gobierno en la instalación del Occidente dice que incluso el valor de lo realizado supera en un 4% lo certficado

Las obras de la troncal de cable del Occidente y sus sucesivos ramales, cuya ejecución contrató la empresa de telecomunicaciones del Principado (GITPA), se efectuaron sin que se inflase el proyecto e incluso pueden valorarse por encima de lo que costaron. El desfase existente entre la evaluación de las obras ejecutadas (presupuestadas en 4,3 millones de euros) y lo abonado por el GITPA a los contratistas es favorable al Principado en más de 200.000 euros.

Ese es el sorprendente resultado de la auditoría que el gobierno regional encargó para conocer el destino del dinero empleado por el GITPA, cuya gestión está siendo investigada en el parlamento asturiano, a raíz de una advertencia de dos funcionarios del Principado que ha acabado en una instrucción judicial.

La extensa auditoría, remitida ya por el Ejecutivo autonómico a los grupos políticos del parlamento, se basa en una inspección de todas las facturas de la obra de la troncal del Occidente y sus derivaciones, así como en el análisis sobre el terreno de las tareas ejecutadas. El informe constata algunas diferencias respecto al proyecto, sobre todo referidas a las soluciones adoptadas, pero no se escamoteó dinero.

"En términos globales, las mediciones realizadas reflejan, a partir del proyecto, un desfase de 201.671,28 euros certificados de menos respecto a lo realmente auditado en términos de PEM (Presupuesto de Ejecución Material). A esta cantidad habría que sumarle la parte proporcional de beneficio industrial, gastos generado e IVA vigente en el momento de ejecutar la obra (16%) lo que aumentaría el desfase hasta 278.378,03 euros. Esta cantidad equivale a un 4,71 % del montante global del presupuesto de ejecución material", concluye la auditoría.

El documento, no obstante, sí apunta algunas deficiencias, como problemas en el visado del proyecto, la ausencia de una descomposición de precios unitarios o cierta indefinición. Pero admite como acertadas algunas decisiones que modificaron el planteamiento inicial de la obra, como la de sustituir un paso submarino por otro en tierra, que resultó económicamente más favorable.

La auditoría parece constatar, sostienen fuentes próximas al gobierno, que la relación entre el GITPA y los contratistas de la obra fue correcta, sin que se detecte desvío alguno de fondos.

Entonces ¿por qué la advertencia de los funcionarios sobre problemas en la justificación de las obras? Porque ese análisis se refiere a cómo el GITPA detalló las actuaciones ante el Principado, una vez certificadas las obras y realizadas. El GITPA estaba sujeto a una encomienda de gestión por la cual el Principado indicaba al ente de telecomunicaciones cómo debía repartir el dinero de la obra. "La encomienda tenía defectos que debieron haberse subsanado a tiempo", reconocen fuentes próximas al gobierno.

Fue esa dificultad para encajar la realidad de las obras a las indicaciones de la encomienda lo que hizo, según las mismas fuentes, que los responsables del GITPA tratasen de "hacer cuadrar los números" que sí eran aparentemente correctos en las certificaciones de obras. Un ejemplo, no constaba el canon para que la red de cable utilizase terrenos de FEVE pese a que en comunicaciones técnicas entre el Principado y el GITPA así se pidió.

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