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ANÁLISIS

Javier Fernández, ante el dilema del PSOE

La posición del presidente asturiano sobre el bloqueo del Gobierno central

El presidente del Principado y secretario general de la FSA, Javier Fernández siempre ha medido al milímetro sus palabras respecto a la posición que debería adoptar el PSOE ante el bloqueo institucional del gobierno de España y sobre las consecuencias de la actual situación. En momentos en los que se elevan los decibelios de ruido en el partido, avivados por las redes sociales, conviene recapitular la posición del líder socialista asturiano. Quedó reflejada ya en la entrevista que realizó con LA NUEVA ESPAÑA el pasado 29 de junio, inmediatamente tras los segundos comicios y antes del comité federal.

El horror de las terceras elecciones. "Otras elecciones serían empedrar el camino a una mayoría absoluta del PP", aseguró Fernández ya en junio. Reiteró la posición en el comité federal del 9 de agosto al afirmar que "peor que un gobierno en minoría de Rajoy sería uno en mayoría". La reflexión sobre el efecto electoral de unos terceros comicios la tiene clara el Presidente, en la línea que apuntan las últimas encuestas: riesgo de desmovilización de parte del electorado del PSOE, máxime con el afán del resto de partidos en señalar a los socialistas como responsables del bloqueo. Además, en las últimas semanas ha empleado otro argumento, el de la desafección, descrédito y hartazgo que podría causar en los ciudadanos otra llamada a las urnas: "Equivaldría a constatar una crisis de capacidad política que desacreditaría nuestras instituciones, incentivaría la desafección", aseguró el pasado 5 de agosto en la apertura de la Feria de Muestras. No obstante, Javier Fernández es cada vez más consciente de las dificultades para desatascar el actual escenario. "O somos capaces de dar una salida seria que evite la repetición de las elecciones o provocaremos un roto en la evolución de España", añadió ese mismo día. Pero ya en la inauguración del curso universitario, el pasado día 12 apuntó, con cierta pesadumbre: "No podemos descartar que las terceras elecciones sean parte de un destino inexorable y fatal".

El PSOE, a la oposición y debe moverse Rajoy. El 29 de junio, Javier Fernández indicó que su partido "debe reconstruirse en la oposición" y advirtió ya entonces del riesgo cierto de que el Partido Popular tratase de echarse sobre el PSOE: "El PP debería buscar apoyo en otros caladeros. (...) No dejaría de ser un sarcasmo que el PSOE tuviera ahora por responsabilidad que procurar apoyarle", declaró. En el comite federal del partido, días más tarde, recalcó que Rajoy debería tratar de buscar alianzas entre sus ideológicamente afines: no sólo Ciudadanos, sino también algunas fuerzas nacionalistas. "Aznar habló catalán en la intimidad, ahora le corresponde a Rajoy aprender idiomas", proclamó entonces.

Fracasada la investidura del PP, ¿qué puede hacer el PSOE? Después de que Rajoy recibiese el rechazo mayoritario del Congreso de los Diputados en la segunda votación (2 de septiembre), Pedro Sánchez anunció una ronda de contactos del PSOE con el resto de partidos para buscar una solución, sin aclarar si él mismo optaría a una nueva investidura. Tres días después, Javier Fernández indicó el camino para ese supuesto. "No puedo admitir que para desconectar Cataluña de España se desconecte también de la ley y del derecho, y hoy hay fuerzas políticas que se aislan a sí mismas, al intentar que las instituciones de autogobierno no se rijan ni por la legalidad constitucional ni por la ordinaria vigentes en España. Con ellos ni se debe ni se puede acordar", afirmó Fernández en la apertura de la Feria, dejando claro que quedaban "excluidos de cualquier hipotético acuerdo para formar gobierno ERC y la antigua Convergencia". También Bildu.

Las dos opciones. Sólo quedan ahora dos posibles alternativas sobre la mesa. O bien el PP, con Ciudadanos logra más apoyos por activa o por abstención (incluyendo al PSOE como hipótesis) o se forma un bloque liderado por el PSOE con el respaldo de Podemos y Ciudadanos. Sobre estas dos posibilidades Javier Fernández no se ha pronunciado, aunque en el PSOE asturiano se ve muy complicado que Pedro Sánchez consiga que Pablo Iglesias y Albert Rivera se den la mano. Máxime tras las declaraciones que ambos han realizado. Ayer mismo, el dirigente de Podemos aprovechó para meter agua en casa al afirmar que "sería bueno" que Sánchez intentara gobernar con Unidos Podemos e inicie el diálogo con partidos, "con las que no es fácil", como ERC o el Partido Demócrata Catalán. Justamente dos interlocutores que Javier Fernández considera descartados con un criterio que comparten los principales barones del partido.

El debate entre bases y votantes; entre enquistamiento y responsabilidad. Alguna declaración pública ha hecho Javier Fernández abierta interpretaciones, pero siempre subjetivas. "La posibilidad de evitar las nuevas elecciones depende menos de una flexibilidad y una capacidad de moderación que no estamos acreditando los políticos que de la percepción que vaya a tener cada partido de aparecer como culpable de que se convoquen", declaró el pasado 5 de septiembre en la apertura de la Escuela de Verano de UGT. Lo que sí ha expresado la dirección de la FSA internamente es su discrepancia con una consulta a las bases, un as en la manga que Pedro Sánchez podría aplicar. En el hipotético caso de acudir a unas terceras elecciones, los socialistas deberán contar con bastante más que sus bases si no quieren un descalabro. Quizás la decisión de los afiliados no sea compartida por un amplio espectro de los votantes. Y la dicotomía también está en optar entre el enquistamiento del "no" o asumir el coste de permitir gobernar al PP a cambio de evitar una sangría de votos. ¿Alguien le pondrá el cascabel al gato de una hipotética abstención del PSOE en una investidura a Rajoy? Javier Fernández por el momento, no lo ha hecho. Aunque ese fatal destino electoral esté ya llamando a las puertas.

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