Aunque los incendios del invierno pasen más desapercibidos que los del verano, el mayor número de fuegos en Asturias se concentra entre los meses de diciembre a marzo, entre las seis y las siete de la tarde. Curiosamente cuando más llueve. Esto lleva a preguntarse, según Álvaro Picardo: ¿Por qué? La respuesta es incierta, aunque "está claro que algo falla". Los expertos apuntan a una gestión forestal poco sostenible. "Hay un problema en el manejo del territorio. El modelo forestal va por un lado y el ganadero por otro. Hay que aunarlos y empezar a realizar contratos de pastos en los montes públicos", subrayó Picardo.

El subdirector general de Selvicultura y Montes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, José Manuel Jaquotot, reconoció que hay que "poner el monte en valor" y que la solución no pasa por tanto por hacer tratamientos de selvicultura. Jaquotot defendió que el nivel de extinción de incendios en España es "bueno" y que hay que adaptar la gestión del monte a los tiempos actuales, en los que "el abandono rural ya es un hecho". Asimismo, el representante del Ministerio dijo que el número de hectáreas quemadas hasta la fecha este año son 41.386 cuando la media del decenio es de 82.368. La misma tendencia a la baja se cumple en el noroeste del país: 14.907 hectáreas incendiadas frente a las 40.031 de media. Jaquotot anunció la puesta en marcha de una nueva campaña de divulgación, que "eduque a la población urbana sobre el medio rural y tome conciencia del daño de los fuegos en la naturaleza".