Llanes, Emilio G. CEA

Con los brazos abiertos y encantados de tenerle entre ellos. Así ha recibido la comunidad educativa llanisca al ovetense de 30 años Sebas Sierra Fernández, el primer profesor ciego de nacimiento que logro una plaza por oposición. Sebas estaba ayer feliz tras dar su primera clase en el instituto de Llanes como docente de Geografía e Historia a los alumnos de segundo de Bachillerato de Humanidades, que además, tutorizará. En compañía de su perro guía, "Trevor", recorre los pasillos del centro educativo llanisco y sube y baja las escaleras para hacerse al mismo. No usa el ascensor.

"Me parecen muy majos los chicos. Al verme se fijan mucho en el perro, me observan y analizan. La primera toma de contacto ha sido positiva", dijo el ovetense minutos después de terminar la clase. La pizarra digital y un proyector son instrumentos necesarios para que Sebas ejerza su magisterio. "No necesito realmente ninguna adaptación. Utilizo el proyector y la pizarra digital mucho más que otros profesores pues en la pizarra normal no puedo apuntar nada. Para mí estas herramientas son esenciales para proyectar fotos o documentales", señaló.

Calificó de reto la experiencia que ayer comenzó a vivir en Llanes. "Ya no estoy de prácticas, por lo que no me puedo relajar", añadió. No pretende ser un profesor duro. "Tengo muy presente cuando era alumno. No me gusta avasallar a la gente. Quiero que mis alumnos desarrollen una inquietud por la materia que doy que haga que, por ejemplo, cuando estén en casa viendo la televisión y pongan un documental de historia, lo vean en lugar de cambiar de canal".

La directora del instituto, María Jesús Benéitez, señaló que la presencia por primera vez en las aulas llaniscas de un profesor invidente será muy positiva. "Esta experiencia va a ayudar a crecer a los alumnos como personas. Tener a un compañero así nos va a sensibilizar a todos", auguró.

Los alumnos de Sebas se mostraron encantados a la salida del aula. "Me ha dado la impresión de que será un buen profesor. Creo que nos adaptaremos muy bien a él", indicó Adolfo Antuña.

Tamara Martínez aseguró que recibió con sorpresa y extrañeza la noticia de que su profesor de Historia sería ciego. "Parece majete y cercano. Lo importante es que de bien clase", manifestó.

Teresa Gutiérrez salió satisfecha de la primera clase. "Impresiona un poco que nos dé clase alguien que no nos pueda ver, pero estamos a gusto", señaló.