Los matrimonios entre personas con una gran diferencia de edad son más viejos que el hilo negro y a menudo terminan como el rosario de la aurora, en los tribunales. Es el caso de una mujer que se sienta hoy en el banquillo de la sección tercera de la Audiencia Provincial. El fiscal le pide cuatro años de prisión por contraer matrimonio con un hombre de 89 años, enfermo del corazón, para quedarse con su dinero. De hecho, consiguió llevarse de la relación un total de 41.000 euros, siempre según el escrito del ministerio público.

Según la acusación, a finales del mes de mayo de 2013, la acusada conoció a su víctima, un viudo sin descendencia, que estaba aquejado de una enfermedad del corazón, disminución de la agudeza visual e hipoacusia leve. La mujer entabló relación con él, acompañándolo al médico y realizando diversas tareas en su casa. Así, la mujer fue ganándose su confianza y aprovechándose de su vulnerabilidad, de modo que lo convenció para contraer matrimonio. La boda se celebró el 9 de noviembre de 2013, todo ello con la intención de la mujer de obtener un beneficio patrimonial. El hombre puso a su disposición diversas cantidades de dinero en distintas ocasiones, de las que la acusada se apoderó, por un importe total aproximado de 41.500 euros.

Además, consiguió igualmente que el 30 de agosto de 2013 redactara un poder notarial a su favor, así como que redactara un testamento a su favor, aunque el 3 diciembre de 2013, la víctima revocó dichos poderes y otorgó nuevo testamento.

En virtud de sentencia de fecha de 28 de abril de 2014, dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Oviedo, se declaró la nulidad del matrimonio contraído, la cual fue confirmada en marzo de 2015 por la sección primera de la Audiencia Provincial.

La Fiscalía considera los hechos como un delito continuado de estafa. Aparte de la pena de cuatro años de cárcel, solicita una multa de 2.700 euros y la devolución de los 41.500 euros.