El oso, cuyo cadáver fue hallado el pasado viernes día 9 en la cuneta de una carretera de Moal (Cangas del Narcea), murió "como máximo entre una y dos horas" después de recibir el disparo. La necropsia realizada por la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León confirma que el plantígrado, un macho joven de 102 kilos de peso, falleció a consecuencia de un tiro. El proyectil, de 7 milímetros, generó en la piel del animal un orificio de 9, que perforó el diafragma izquierdo y provocó una rotura gástrica.

El estudio señala que la trayectoria del disparo fue ligeramente oblicua y que la bala se alojó en la cara diafragmática del hígado, generando una "intensa hemorragia interna", que acabó en un "shock hipovolémico". La necropsia fue dirigida por el catedrático de Anatomía Patológica Francisco García Marín y ella participaron veterinarios de la Dirección General de Recursos Naturales y del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Alimentario (Serida). La primera observación estimaba que la muerte del oso se había producida entre las 8 y las 15 horas anteriores al disparo. Sin embargo, ahora se sabe que fueron muchas menos. El plantígrado fue encontrado por unos turistas a las 13:40 horas en las puertas de la Reserva Natural Integral de Muniellos, con lo cual falleció, lo más posible, entre las 11:30 y 12:30 horas. Esto evidencia también que el animal no pudo moverse muy lejos del lugar del ataque.