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Asturama

El otoño llega a la cesta de la compra

Con el verano a punto de extinguirse, los mercados comienzan a ofrecer los primeros productos de la nueva estación, como frutos secos, setas y hortalizas de temporada

Primeras avellanas del Principado, en el mercado de Lugones. LAURA CARADUJE

El otoño ya está en la cesta de la compra, a falta de dos días para que se produzca el cambio de estación. Frutos secos, setas y hortalizas de temporada comienzan a ofrecerse ya en los mercados en un año en el que el temporal de lluvias anticipó el paso a los rigores otoñales. No obstante, el verano no ha sido demasiado favorable para los cultivos.

Pensar en otoño lleva a la imagen de las hojas desprendidas por el viento de los árboles y la vuelta a la rutina tras el descanso estival, pero también supone el regreso de las castañas asadas, la sidra dulce y las setas. Ésos precisamente son los productos más característicos de temporada en otoño, pero no los únicos.

"Este año la campaña salió regular porque hubo mucha sequía, no llovió mucho e hizo mucho calor. Esperemos que repunte un poco con las últimas lluvias y que hayan sido buenas para los praos y los cultivos", analiza la sierense Raquel Suárez. Desde su puesto en el mercado de Lugones resalta entre las novedades para el menú de temporada "las calabazas y les fabes nueves, tiernes", ambos productos plantados en abril y mayo para ser recogidos en estos meses de septiembre y octubre.

Otra de las señas de identidad de esta estación es la proliferación de frutos secos. La primera en aparecer es la avellana, que se empieza a recoger tradicionalmente en agosto, aunque este año hubo que esperar hasta las primeras semanas de septiembre para poder hacerlo. La cosecha de este año, según los productores, es "escasa, pero de gran calidad", precisamente por lo extraño de la meteorología en este 2016, con una primavera casi invernal y un verano extremadamente caluroso y seco. Para más adelante, "a partir de Todos los Santos", quedan la castaña y la nuez, sobre todo esta última, con una gran producción. Otro de los frutos de la tierra característicos de estas fechas es uno de los más insignes de la región, la faba tierna, mantecosa, la que se usa "para fabada", como rezan los carteles en los puestos de los diferentes mercados, aunque "estos días atrás no se pudieron recoger por culpa de las lluvias", enfatizan los tenderos.

En general, "ahora es época de hortalizas", asegura Ana Fernández tras el mostrador de su puesto en el mercado ovetense del Fontán. "Berzas, acelgas, zanahorias, calabazas" y un largo etcétera se suman "al tomate, que está terminando ya, como la fresa de aquí, el pimiento, que está empezando, y la cebolla", según asevera Fernández. "En otoño se vende muchísima verdura de aquí, tira mucho", analiza la tendera, "en noviembre ya se acaba y viene casi todo de fuera, menos las berzas y las acelgas".

En estos meses también comienza la recogida de la manzana, que se espera que venga "jugosa, con la lluvia de la pasada semana", explican los productores, y con ella sus productos aparejados. Quizás, el más típico de la estación, por la proliferación de amagüestos, sea la sidra dulce, como la que vende Carmina Blanco, "toda de casa", al igual que el vinagre de sidra, "de la cosecha anterior, porque tiene que fermentar", y las manzanas, "pequeñinas y galanas", como manda la tradición.

Sin embargo, el mayor manjar para muchos en esta época no crece en los árboles, sino a su vera. Los hongos proliferan en el Principado junto a los castaños, abedules, pinos y robles, aunque "la temporada está muy parada porque hizo mucho calor y llovió muy poco, está todo muy seco, pero seguro que después de estas lluvias empezará a haber mucha más seta a partir ya de esta semana, aunque la temporada fuerte de verdad es la primera y segunda semana de octubre", explica Pablo Prida, presidente de la Asociación Piloñesa de Micología.

Así, en unos días podremos disfrutar en los mostradores asturianos de champiñones y setas, boletus y trompetas de la muerte, cardos y níscalos, para disfrutarlas "solas, con carne, con pescado, al ajillo, encebolladas" o como se pueda imaginar. Eso sí, Prida advierte, "hay muchas setas comestibles, pero también abundan las venenosas, hay que tener mucho cuidado; si no se está completamente seguro, no se ha de consumir, y en la medida de lo posible se ha de dejar en el entorno, que tiene una función específica". El verano está en los estertores y el marrón del otoño ya asoma en el horizonte y en las mesas y mercados asturianos.

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