Bany Ordóñez (Caracas, Venezuela, 1979), hijo y nieto de asturianos emigrados al país sudamericano, "de Oviedo y Villaviciosa", acaba de salir de una reunión en la sede de Presidencia del Gobierno de Asturias, como presidente del Centro Asturiano de Caracas, en Venezuela. En ella, planteó a Guillermo Martínez, consejero de Presidencia y Participación Ciudadana del Principado, la problemática por la que está pasando Venezuela y que, evidentemente, afecta a los asturianos que viven en aquel país. Martínez, expresó el "deseo de ayudar" que tiene el gobierno regional, a los más de "5.700 asturianos censados con derecho a voto en Venezuela", aunque también advirtió de la "dificultad que entraña la operación, al no poder, por ejemplo, enviar medicamentos a través de ninguna organización oficial", acción que se ha de realizar, "a través de particulares o de fundaciones, como la que tiene el Centro Asturiano de Caracas".
-¿Qué temas se trataron en esa reunión?
-Llegamos a un acuerdo para que el Principado coopere y ayude a los asturianos en Venezuela, y no solo a ellos, sino también a sus descendientes. La situación que vive Venezuela es complicada, por eso estamos intentando llegar a algún acuerdo para ver cómo se puede enviar las ayudas y que llegue a manos de quien debe llegar, que no se pierdan por el camino, o se acaben beneficiando de ellas otras personas.
-¿Y cuál estiman que es la mejor opción para hacer llegar esos suministros?
-Creemos que el mejor medio es a través de la Fundación del Centro Asturiano de Caracas. Ya se ha llegado a acuerdos para tomar medidas concretas, sobre todo en lo que al envío de medicamentos se refiere, solo falta pautar cuándo se van a realizar esos envíos.
-¿Cuál es realmente esa situación que se está viviendo en Venezuela?
-Es bastante preocupante y precaria. Hay escasez de alimentos, por ejemplo, pero lo que más nos preocupa a los venezolanos es que no hay medicinas, estamos pasándolo mal para conseguir medicamentos incluso en farmacias y hospitales. En las clínicas no hay medios para tratarte ni para operarte. Hay una grandísima dificultad para conseguir estos tratamientos y medicamentos, y los pocos que hay no están a la mano de todos, como debería ser. Realmente estamos pasando por una difícil situación, no es justo que tengamos que vivir así.
-¿Y los asturianos sufren más esta situación que los venezolanos?
-En cierto modo sí, porque son gente mayor, que puede tener 70, 80 o 90 años, que son los que más necesidad tienen de esas medicinas. Además, cuando por fin llegan a las farmacias o a los ambulatorios, si es que llegan, hay colas de hasta 100 personas, de más de dos horas. ¿Qué persona mayor puede aguantar eso? No es fácil para ellos, están sufriendo sobremanera.
-¿Cuántos asturianos están asociados al Centro Asturiano de Caracas que usted preside?
-Asturianos como tal rondan el medio millar, pero tenemos muchos más que son venezolanos de nacimiento, como es mi caso, pero descendientes de asturianos. En total, serán unas 2.000 personas.
-¿Cuál es el papel que pueden desempeñar Asturias y el gobierno regional para intentar mejorar esta situación?
-Buscamos una reciprocidad por parte del Principado. Echando la vista atrás, cuando esa primera generación de asturianos viajó a Venezuela, buscando lograr una mejor calidad de vida, y lo lograron, echaron una mano a su familia asturiana y, por ende, a la propia región, que de una forma u otra también se benefició. Precisamente eso es lo que queremos, que Asturias devuelva parte de esa ayuda ahora, cuando más se necesita.
-¿En Venezuela existe realmente la democracia?
-Cuando se habla de democracia, se enfatiza en que esta se labra a través de las elecciones, del Consejo Nacional Electoral, que se llega al poder por los votos de los ciudadanos. Esto es cierto, pero cuando quiebras los derechos humanos y te sobrepasas en algunos aspectos esenciales, pierdes la razón que el pueblo te concedió en las urnas, con sus votos. En esta situación es en la que está nadando actualmente la política venezolana.
-¿Es factible la realización de un referéndum para encauzar la situación de Venezuela?
-La Constitución lo hace factible. Si se cumpliera con ella, se podría hacer, pero si desde el Gobierno no lo hacen, va a ser imposible.
-¿Cuál es la situación de los medios de comunicación en su país?
-La inmensa mayoría son medios parciales, sesgados, a favor del gobierno. Pero también es cierto que hay unos pocos independientes que van haciendo poco a poco, con muchas dificultades, el trabajo, aunque en ocasiones no es suficiente.
-¿Sigue siendo alargada la sombra del chavismo en Venezuela?
-Sí, pero cada vez se va diluyendo más y más, se va difuminando, aunque siempre quedará algo, por lo que llegó a ser, por lo que en algún momento fue, pero siempre en clave de pasado.
-¿Entonces, cómo se presenta el futuro de Venezuela?
-Incierto. Como decimos en Venezuela, "mientras vaya viniendo, vamos viendo". A día de hoy no sabes qué va a pasar mañana, es más, no sabes qué va a pasar siquiera en unas pocas horas, de la mañana a la tarde todo puede cambiar radicalmente.
