Como pronto, no habrá oricio asturiano hasta septiembre de 2018. Hoy entra en vigor la veda total del equinodermo en el litoral de la región, dado el retroceso poblacional de la especie. Serán dos años, aunque la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales aclara que "revisables en función del estado del recurso". Los hosteleros y mariscadores sostienen que eso traerá "casi seguro" un encarecimiento del producto gallego. Los productores de la comunidad vecina prevén un incremento de la demanda, como es lógico, pero tampoco exagerada. "Ya abastecemos desde hace años a Asturias y la subida de precios ha menguado la lista de clientes", sostiene Jesús Pedreira, al frente de veinte embarcaciones en Galicia.

La resolución del Principado limita también las capturas de la ortiguilla, un tipo de anémona que se consume en Andalucía. La dirección general de Pesca ciñe su extracción a un cupo máximo diario de 20 kilos por persona y se prohibe su recogida del 1 de abril al 31 de mayo. De no ser controlado este recurso, que en Asturias se explota para su exportación, podría verse comprometida su sostenibilidad, según los científicos. De hecho, en lo que va de año ya se han duplicado con creces los kilos recolectados en 2015. Las estadísticas revelan que hasta agosto se extrajeron 30.296,25 kilos, que suponen una ganancia de 169.831,2 euros. Por su parte, el año pasado se recogieron 13.035,90 kilos, que generaron 61.683,90 euros.

La tendencia del oricio es justamente la contraria. Hasta el mes pasado, se extrajeron 3.969,7 kilos (22.087,53 euros) frente a los 9.362,10 de 2015 (28.817,89 euros). Las cifras evidencian una escasez del recurso, que ahora la Administración regional intentará corregir con una veda total, pero revisable. "Está claro que el oricio gallego va a encarecerse, pero la veda creo que es buena para todos. Ahora mismo no tenemos producto asturiano y básicamente nos nutrimos del de fuera", opina el presidente de la Cofradía del Oriciu de Gijón, Alberto Fernández. Los más perjudicados serán los hosteleros. "Gijón es una de las ciudades en las que más oricio se consume. La veda nos afecta lógicamente y manifestaremos nuestras quejas al Principado", dice el presidente del colectivo y miembro de la patronal turística Otea, Ricardo Álvarez. Por su parte, Esther García, organizadora del típico festival del oricio de Bañugues (Gozón) asegura que el evento está en peligro. "Espero que me autoricen a vender producto gallego, porque no queremos multas", expresa.