Asturias despidió ayer el verano más cálido de la última década y el sexto con temperaturas más altas desde 1981. El balance climatológico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) revela que la estación fue "muy seca", con un 10% más de horas de sol y un 30% menos de viento. Las lluvias fueron también menos cuantiosas de lo habitual, sobre todo en la estación de Gijón, donde se acumularon 61,5 litros por metro cuadrado menos de los valores medios. Esta tendencia continuará hasta el 21 de diciembre, ya que se espera que el otoño registre temperaturas superiores al período de referencia 1981-2010. El delegado territorial de La Aemet, Manuel Antonio Mora, prevé la entrada de un frente que dejará lluvias y provocará un descenso de los termómetros a partir de la madrugada del domingo. No obstante, la borrasca será "transitoria", puesto que la semana que viene volverá el buen tiempo.

El verano que acabó ayer tuvo una temperatura media de 18,6 grados, cinco décimas por encima de lo normal, y se registraron 116 milímetros de precipitación. Según Manuel Antonio Mora, el estío fue extremadamente cálido en la zona de la Cordillera Cantábrica y muy cálido en el resto de la región. La temperatura más alta se registró en Mieres (38,5 grados) el 18 de julio, aunque el récord absoluto de la serie histórica, que comenzó en 1972, lo marcó Oviedo (37 grados). El calor en todas las estaciones fue superior a los valores medios: un grado en el caso del Aeropuerto de Asturias y de seis décimas en Oviedo y Gijón.

A la espera de conocer los datos finales, Manuel Antonio Mora indicó que la primera quincena del mes vino muy calurosa con más de cinco grados por encima de lo habitual, a excepción del temporal del jueves 15. A consecuencia de las intensas lluvias caídas ese día en la región, la precipitación acumulada aumentó en 50 milímetros. El ascenso fue más acentuado en el caso del Aeropuerto, que llegó a superar los 100 litros.

El año hidrológico, que finalizó el pasado día 1, fue "normal", ya que se registraron un total de 1.129 litros cuando lo normal son 1.104. Pese a el carácter seco de julio y agosto, "el mes de junio permitió que el déficit de precipitaciones de este verano no fuese tan acusado", señaló Manuel Antonio Mora. Las tormentas, por su parte, dejaron en la región 8.719 descargas, 3.225 de ellas entre el 24 y 25 de agosto.

Para octubre, la estación que entró a las 16:21 horas de ayer, la Agencia Estatal de Meteorología prevé que las temperaturas sean superiores a lo habitual y no aprecia ninguna tendencia relevante en cuanto a las precipitaciones.