Las enormes dificultades que atraviesa el proyecto europeo y la desafección de los ciudadanos hacia la propia Unión fueron ayer el centro del debate en la jornada "Fomento de la ciudadanía de la UE: derechos, valores y participación", organizada por el Principado y que ayer reunión en Oviedo a más de 200 expertos internacionales, en el marco de la en la décima reunión de la Comisión de Ciudadanía, Gobernanza y Exteriores del Comité de las Regiones.

El director general adjunto de la Dirección General de Justicia y Consumidores de la Unión Europea, Francisco Fonseca, afirmó que Europa vive "un momento crucial" y es "imprescindible" que los ciudadanos sean conscientes de sus derechos y de la importancia de su voto y participación en la toma de decisiones. Y admitió que existe "un déficit de comunicación y explicación", y que "no hay una opinión pública europea". Por su parte, el socialista Ramón Jáuregui, miembro del Parlamento Europeo y del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas Demócratas, alertó del auge de los nacionalismos, que calificó de "ahistóricos" y con "reivindicaciones impropias del tiempo que vivimos y de la construcción de la Unión Europea".

Pero frente a la entrega propuso una actitud positiva con medidas como combatir el nacionalismo con una Europa "más fuerte". Para combatir el nacionalismo abogó por una Europa fuerte que permita combatir las injusticias, el fraude fiscal y ordenar el problema de la inmigración como retos más urgentes. Además de resolver la crisis del Brexit. En este sentido abogó por negociar un modelo de salida estableciendo un marco de colaboración con el Reino Unido. "Europa tendrá que reformularse, con un núcleo duro, más federal, entorno al euro y una corona política en un marco asociativo con el resto de países", afirmó.

El presidente del Principado, Javier Fernández, afirmó que "la Unión Europea pasa por el momento más grave desde su formación". Pero "la cancelación del proyecto europeo no está escrita", aunque "urge tomar medidas concretas, que repercutan en la vida real de las personas". Las primeras de carácter social. Y es que, en referencia a la desafección de los ciudadanos, Fernández advirtió de que Europa "no aguantaría otro embate semejante". El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, abogó por la "transparencia y el buen gobierno con una participación relevante de la ciudadanía" como una de las claves para salvar Europa.