La Consejería de Sanidad pondrá "todo el empeño" para que las próximas oposiciones de médicos sean "limpias" y la "subjetividad" de los tribunales quede reducida "al mínimo". Así lo explicó a este periódico José Ramón Riera, gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), quien subrayó que el objetivo de borrar cualquier sombra de duda obedece a "un compromiso como organización y un compromiso personal mío".

Los primeros concursos-oposición para hacer fijos a médicos de todas las especialidades ya han sido convocados en el Boletín Oficial del Principado (BOPA). Los procesos selectivos se abren con las cuatro especialidades en las que la sanidad pública asturiana sufre mayor escasez de profesionales. El BOPA ha ofertado 96 plazas de medicina de familia, 28 de anestesiología, 19 de radiodiagnóstico y 17 de pediatría de atención primaria. Una vez resueltas estas oposiciones, la intención de la Consejería es "seguir sacando a concurso el resto de las plazas en grupos de cuatro en cuatro con el objetivo de finalizar el proceso durante el próximo año". O sea, que las previsiones de la Administración sanitaria indican que los procesos selectivos se desarrollarán en lo que resta de 2016 y a lo largo de 2017.

La primera lectura de las convocatorias ha sembrado inquietud tanto en el colectivo de especialistas interinos como en los miembros del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA). Unos y otros temen que se repitan los "chanchullos y amiguismos" registrados en los procesos selectivos celebrados en 2011, algunos de los cuales llegaron a los tribunales. Uno de ellos, el de especialistas en medicina interna, incluso fue anulado de forma parcial por Tribunal Supremo -la ejecución de la sentencia está pendiente- al haberse filtrado preguntas a algunos de los opositores por parte de determinados miembros del tribunal.

Ahora, las críticas se dirigen a la inclusión de un caso práctico en la fase de oposición. Los aspirantes a las plazas consideran que este mecanismo aumenta el riesgo de subjetividad y de arbitrariedades. En 2011, la prueba constaba de dos supuestos prácticos. En esta ocasión, se ha reducido a uno.

El gerente del Sespa quiere dejar clara la razón de este modo de proceder. "Somos la única comunidad autónoma que no dispone de una norma específica de selección de personal", subraya José Ramón Riera. En consecuencia, prosigue, la Administración autonómica ha de regirse por una regulación de la época del extinto Insalud, el real decreto-ley 1/1999, sobre selección de personal estatutario. Esta norma establece en su artículo 30.2, para el acceso a la categoría de Facultativos Especialistas de Área (FEA), que "la fase de oposición, cuya puntuación máxima será igual a la máxima total del baremo de la fase del concurso, constará, al menos, de un ejercicio de carácter práctico, que será leído o desarrollado, conforme la convocatoria determine, ante el tribunal en sesión pública".

Sobre la base de esta norma, el gerente del Sespa enfatiza que, "aunque sabemos que la convocatoria ha suscitado cierta inquietud, nos resulta imposible hacerla de otra manera, no podemos apartarnos de esta norma". Los responsables sanitarios han consultado a los servicios jurídicos "si podíamos plantear otro tipo de prueba, para evaluar de la forma más objetiva posible". La respuesta, indica Riera, "ha sido que no, que tenemos que hacerlo con arreglo al real decreto 1/99. Por eso hemos mantenido un caso clínico".

El máximo dirigente del Sespa manifiesta con rotundidad que "pondremos todo el empeño para que el proceso sea limpio". Según Riera, "estamos haciendo las cosas para reducir al mínimo la subjetividad y la litigiosidad" y para llevar adelante un desafío prioritario: "Que exista confianza en el sistema de selección de personal". En esta misma línea, los presidentes de todos los tribunales recibirán instrucciones bien precisas para que "todo marche de manera adecuada".

A los médicos interinos y al SIMPA les preocupa la composición de los tribunales. "Velaremos para que sea armónica, para que no se planteen en la prueba casos clínicos que los participantes hayan conocido recientemente y para que la objetividad sea máxima", subraya Riera. En estas palabras hay una clara alusión a uno de los factores (casos clínicos ya conocidos de antemano por algunos opositores) que impulsó al Tribunal Supremo a anular parcialmente la oposición de medicina interna de 2011. Además, en ese mismo proceso selectivo, se daba la circunstancia de que un opositor (que obtuvo plaza) compartía con una integrante del tribunal dos locales de consulta privada, uno en Oviedo y otro en Gijón.

"Daremos a los tribunales todas las herramientas para que puedan hacer bien su trabajo. A partir de ahí, una vez que estén constituidos, los tribunales son soberanos", asegura el gerente del Sespa, quien, de otro lado, anuncia que "en un periodo razonable aspiramos a elaborar una norma específica que nos permita hacer las cosas de otra manera".