Para estar preparados ante una nueva crisis alimentaria, la Comisión Europea lleva realizando en los últimos años una recopilación "masiva" de información, como ayer resaltó Juan José Badiola. El presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España e integrante de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición indicó que Bruselas analiza "artículos científicos, medios de comunicación, sistemas de alarmas y movimientos de la población" con el objetivo de detectar los riesgos emergentes en la cadena alimentaria.

El último trabajo situó en la lista de peligros a la comida impresa en 3D y al abuso de nanomateriales en la creación de productos en contacto con los alimentos. Juan José Badiola calificó de "preocupante" que las alarmas químicas ya superen a las biológicas y detecta un aumento de biotoxinas y alérgenos en la comida. También supone un riesgo, según la Comisión Europea, el uso de morfolina (un aditivo prohibido en España) en el revestimiento de la fruta.