Los policías que denunciaron a los conocidos como "los 9 del Jovellanos" declararon ayer que no hubo carga policial alguna, como aseguraron los acusados, y que simplemente se limitaron a repeler las agresiones que les propinaron a patadas y puñetazos. Algunos de ellos identificaron sin dudar al diputado de Podemos Enrique López, al excoordinador de IU en Gijón Jesús Montes Estrada, "Churruca", y a su hijo, Pablo Montes Gómez como "los principales instigadores" de la trifulca y sus agresores. Los acusados, por su parte, insistieron en que fueron ellos los agredidos, por sorpresa y que lo que recibieron "fue una avalancha de golpes", en palabras de Enrique López.

Los acusados fueron los primeros en declarar ayer en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) por la trifulca que se produjo en julio de 2014 a las puertas del teatro Jovellanos de Gijón, con motivo de la actuación de una compañía israelí.

Los acusados que declararon coincidieron en que la Policía les había atacado de manera sorpresiva. Enrique López, que fue el primero en declarar, negó haber insultado a los agentes y que sólo se acercó cuando vio que "la cosa se estaba calentando" y para "que no pasara nada". Pero según su relato, los agentes cargaron contra los concentrados. "Uno de ellos me pegó con un tolete muy largo, de arriba a abajo", aseveró. Sufrió lesiones en un brazo y un hombro, pero "tampoco le di importancia".

Así, uno tras otros, los acusados fueron relatando cómo habían sido agredidos ellos por la policía y que lo único que hicieron fue defenderse.

Jesús Montes Estrada, Pablo Montes y otros dos acusados defendidos por la letrada Concepción Trabajo se acogieron a su derecho a no declarar y defenderse en el turno de última palabra. A continuación declararon los agentes. Según su relato, fue el servicio de información quien les advirtió de que iba a haber una concentración a favor de Palestina ante el Jovellanos. Un equipo llegó una media hora antes. Su responsable habló con los convocantes, quienes les aseguraron que era una concentración pacífica. Eran pocas personas y estaban alejadas de las puertas del Jovellanos. Pero de repente empezaron a llegar muchas más y se fueron acercando a la entrada del teatro. Según los agentes, a la cabeza estaban Montes Estrada, Enrique López y Pablo Montes, que instigaron a los manifestantes para que entraran en el edificio y boicotearan el acto. Los agentes acabaron "acorralados" y "agredidos", tuvieron que pedir refuerzos y finalmente se vieron obligados a utilizar las defensas (los toletes) para proteger a quienes querían acceder al teatro.

Los letrados de la defensa fueron muy insistentes en sus interrogatorios, intentando evidenciar contradicciones entre los agentes.