Estíbaliz Valdés, la médica que ayer tenía que ser juzgada por la muerte de una niña de 19 meses que se atragantó con una palomita en su domicilio de Ibias, se declaró inocente justo antes de que se suspendiera el juicio hasta nueva fecha.

El motivo fue que el abogado de la familia, Ignacio Arévalo, presentó nuevas pruebas que considera fundamentales para la causa, y los abogados de las defensas -de la doctora, del Sespa y de la aseguradora- solicitaron entonces la suspensión de la vista para estudiarla y, si fuera el caso, presentar alegaciones. El titular del Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo, José María Serrano, les ha dado un plazo de diez días para fijar una nueva fecha para la celebración de la vista oral.

Los padres de la pequeña no acudieron al inicio del juicio porque, según explicó Ignacio Arévalo, declararán como testigos, ya que "estuvieron siempre con la niña. Está claro que aquí se cometió una imprudencia",