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La investigación apunta a que un mercancías dañó la vía poco antes de descarrilar el Alvia

Los maquinistas de Renfe desvinculan el percance del mantenimiento de Pajares y sostienen que obedeció a un "problema técnico fortuito"

El raíl que rompió y dio lugar al descarrilamiento del Alvia Barcelona-Gijón del 30 de septiembre en un túnel del puerto de Pajares había sido dañado previamente por un tren de mercancías que cubrió ese mismo día la ruta entre Asturias y la Meseta. Esta es una de las líneas de investigación sobre las causas del percance que los ferroviarios consultados consideran factible. En todo caso, los responsables en Asturias del Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf) sostienen que, con la información disponible, todo hace indicar que el accidente obedeció a un "fallo técnico" que sería "fortuito" y sin relación aparente con el mantenimiento de la centenaria rampa de Pajares.

"Parece que un tren de mercancías que pasó antes dañó el raíl y que el Alvia acabó de romperlo", defienden desde el Semaf. Los conductores de los trenes que a lo largo del día pasaron por el túnel del Lomo del Asno, donde se produjo el percance, no detectaron nada que hiciera prever el descarrilamiento.

Tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, la zona en la descarriló el Alvia Barcelona-Gijón, con 78 pasajeros a bordo, tenía la velocidad reducida a 30 kilómetros por hora, a causa de una "precaución" por el estado de la vía. El hecho de que el accidente se produjese en el interior del túnel evitó el vuelco del convoy, posibilitando que se saldara con solo una persona herida leve. Técnicos que conocen bien el tendido de Pajares advierten de que poco antes del paso subterráneo discurre al borde de un notable precipicio.

Los técnicos abogan por reactivar cuanto antes las obras de la variante de Pajares y, hasta que entre en servicio, realizar un esfuerzo adicional en el mantenimiento de la rampa de Pajares, que cuesta unos 15 millones de euros al año.

Según los especialistas, el primer túnel del nuevo paso interprovincial por la Cordillera no estará listo para entrar en servicio, al menos, hasta dentro de dos años.

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