Con el esperpéntico comité federal del primero de octubre empezó todo. La crisis que desembocó en la dimisión de Pedro Sánchez y la constitución de una comisión gestora, presidida por el asturiano Javier Fernández, ha dado paso a un nuevo escenario, el del debate abierto con dos posiciones bien definidas: los partidarios de evitar unas terceras elecciones que pudieran erosionar aún más al PSOE en cuanto a resultados y los contrarios, a toda costa, a una abstención que facilite la investidura de Javier Fernández.

El sector "sanchista", que era el oficial hasta hace poco más de una semana, no ha dejado de invocar desde el minuto siguiente a la dimisión del secretario general del PSOE el "no" a la investidura de Rajoy y su particular "enmienda de totalidad" a una abstención que, en su opinión, sería una traición a sus compromisos con la militancia y los votantes. Han promovido o reclamado asambleas e iniciado recogidas de firmas entre los afiliados para reclamar un congreso extraordinario que, en el mejor de los casos, no podría celebrarse antes de 40 días, esto es hacia el 20 de noviembre, cuando ya estarían disueltos Congreso y Senado y por lo tanto, las terceras elecciones generales serían la única salida.

Las redes sociales dejan constancia de su intensa actividad. La diputada Adriana Lastra colgaba un mensaje en Twitter haciendo mención a la intervención de una histórica en la asamblea de Gijón: "Maricuela, 98 años de socialismo, nos pide que votemos NO al PP ". El exconsejero Faustino Blanco también se mostraba activo: "En Gijón una marea enorme, pero enorme y eso que se emplearon a fondo los que proponen abstención". Izquierda Socialista, única corriente interna reconocida en el PSOE, aprobó una resolución en la que se decanta por el "no" a Rajoy y reclamó asambleas extraordinarias por toda Asturias además de solicitar una reunión al secretario de organización de la FSA, Jesús Gutiérrez.

La dirección de la FSA, libre ya de las ataduras orgánicas a Pedro Sánchez, ha diseñado una campaña contra reloj para tratar de convencer a los cuadros del partido, a los que dan la cara día a día ante los votantes, del peligro que entrañarían unas terceras elecciones para la organización. Su temor, que el PSOE podría perder más terreno frente al PP en unos nuevos comicios y su convicción, que una abstención no es un apoyo a Rajoy sino el punto de partida para empezar a condicionar al futuro Gobierno con reformas prometidas en la campaña electoral.

Jesús Gutiérrez iniciará hoy la defensa de esas posiciones, en Parres, en una reunión en la que también estarán el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, y el portavoz del PSOE en la Junta General, Fernando Lastra. Unión orgánica e institucional para tratar de rebajar tensiones y recomponer filas. Luego habrá encuentros similares en Oviedo con dirigentes locales de toda la zona centro, el jueves en Tineo y más adelante en el noroccidente. El debate no cesa.