El marroquí nacionalizado español y residente en Gijón, detenido ayer por su presunta vinculación con el terrorismo yihadista, divulgó a través de las redes sociales su jura de lealtad al Califato y al califa Abu Baker Al Baghdadi.

Nacido en Samarra el 28 de julio de 1971, Al-Baghdadi se autoproclamó califa de todos los musulmanes y eligió el nombre de guerra Abu Bakr al-Siddiq, que fue el primer califa del Islam, suegro de Mahoma e iniciador de los califas ortodoxos.

Según el diario francés "Le Monde", es el sucesor de Osama Bin Laden. La revista "Times" lo ha considerado el hombre más peligroso del mundo. Estados Unidos llegó a ofrecer una millonaria recompensa para quien facilitase información veraz que permitiera su captura o muerte.

Entre los años 2010 y 2013 el Estado Islámico estuvo integrado en Al Qaeda, pero se separaron porque los radicales cuestionaron la autoridad del sucesor de Bin Laden, el egipcio Aymán al-Zawahirí. En ese momento, la facción Estado Islámico ya estaba encabezada por Al-Baghdadi.

Un año después, en 2014, se autoproclamó califa -en Occidente es la figura que representa un jefe de Estado absolutista- del Daesh. A partir de ese momento, impuso la ley sharía, y una de las primeras medidas fue obligar a las mujeres a cubrirse por completo. Todo el que no se convierte al Islam es ejecutado y su cuerpo, expuesto en plazas públicas. Pero otra de sus características es el uso de las redes sociales para captar "fieles" a la causa. Para ello, cuelgan imágenes de la vida cotidiana en el califato y difunden vídeos de ejecuciones con las que sembrar el terror.

En abril de 2015, el Daesh anunció la muerte de Al-Baghdadi por las heridas sufridas en un bombardeo en marzo. El anuncio se realizó a través de la agencia de noticias iraquí Waradana, que también informó de que el sucesor era Abu Alaa Afri. Nadie puede aseverar si esta información es cierta o no. La coalición internacional que lucha contra el Daesh ha asegurado que no tiene confirmación.