Es uno de los alcaldes más veteranos de IU de Asturias tras nueve años al frente del ayuntamiento de Lena. Ramón Argüelles (La Corrona, 1969), casado y padre de una niña de 13 años, está dispuesto a ceder el bastón de mando municipal si resulta elegido coordinador de la coalición, un puesto para el que promete "diálogo". Respalda el liderazgo federal de Alberto Garzón.
-¿Con cuatro candidatos para la coordinación de IU de Asturias, hay pacto a la vista con Alejandro Suárez?
-Con Alejandro Suárez hay afinidades pero si nuestra candidatura es la más votada queremos integrar a todo el mundo, ya sea Alejandro, Rañón o Telli Lorenzo. No podemos salir con una Izquierda Unida fraccionada. Y si no tenemos la suerte de ganar, no vamos a ser un obstáculo o una facción al día siguiente. Queremos sumar. Los cuatro defendemos ideas distintas pero estamos obligados a entendernos.
-¿En qué se diferencia su candidatura del resto?
-De los cuatro candidatos, soy el que menos experiencia tiene del aparato. Tengo la visión del militante que está fuera de la estructura del partido. Necesitamos tener más presencia en los municipios, más representación en los concejos donde ahora no la hay. Vinimos de los movimientos sociales y de la gente y tenemos que respaldarla y ser su voz. Debemos volver a las bases, que ahora incluso forman parte de otros movimientos.
-La anterior asamblea abrió heridas profundas en IU. ¿Han cicatrizado?
-Había una candidatura mayoritaria, la de Noemí Martín, que resultó derrotada al unirse las otras dos. Aquella situación generó heridas y provocó divisiones. La actual dirección tuvo que contentar a a mucha gente. Hay que hacer borrón y cuenta nueva y sumar. Hace falta menos estructura de aparato y que los militantes tengan más que decir.
-Asturias es la joya de IU en el conjunto del país mientras en otras autonomía está en decadencia. ¿Hay riesgo de que les arrastre esa inercia?
-Esperemos que no. Son dos estadios de juego distintos. Si queremos un proyecto para España debemos ir con Alberto Garzón y la unión federal. Una ley electoral injusta provoca que IU, con casi un millón de votos, tenga solo dos escaños. No tiene sentido hacer un partido aparte en Asturias, nacionalista. El otro estadio es poner en valor el trabajo hecho en la región por generaciones anteriores, que se traduce en concejales, alcaldes y un grupo parlamentario. En Asturias hay una infraestructura, no nos va a absorber nadie pero no podemos morir de orgullo.
-La coalición electoral con Podemos en Asturias no supuso un avance significativo. ¿Hay que perseverar en esa estrategia o rectificar?
-La palabra clave es sumar, a gente simpatizante de Podemos, a gente de izquierdas y de ámbitos sindicales. IU lleva en su ADN la lucha de clases aunque ahora no esté de moda, pero las situaciones de emergencia son muchas y nos tenemos que volcar en ellas. Debemos hacernos fuertes en esa labor para ser interlocutores de una gran masa social.
-¿Corre IU el peligro de ser engullida por Podemos?
-Si no traicionamos nuestros principios, no.
-Alberto Garzón es un balón de oxígeno para IU o una alfombra al entendimiento con Podemos?
-Garzón es una ráfaga de aire fresco, gente de otras generación, con otras ideas. Es un impulso para IU. La confluencia con Podemos de momento mal no hizo, siempre que tengamos reconocida la marca de IU y no se diluya. Si somos buenos compañeros de viaje tendremos más representación y más voz.
-¿Qué le pareció la decisión de Ovidio Zapico de no optar a coordinador general?
-La respeto, presentarse o no es su derecho. Su idea de sumar y buscar una candidatura que represente a todos la comparto totalmente. Si ganamos, llevaremos adelante esa estrategia.
-¿El acuerdo de investidura con el PSOE es revisable si finalmente facilitan el Gobierno de Mariano Rajoy?
-No es lo mejor apoyar a un gobierno casi sin contrapartidas pero permitir que Rajoy siga adelante sería un error garrafal para la izquierda y más si fuera el presidente de Asturias el que facilitara esa investidura. Habría que reconsiderar el pacto con la FSA. No podemos permitir que la derecha gobierne en España gracias a un presidente que está sosteniendo IU, sería inaceptable.
