Rabia Gaya, una de las cabezas visibles de la comunidad musulmana en Gijón, se mostró ayer muy afectado al conocer la noticia de la detención de un vecino de la ciudad como supuesto miembro del grupo terrorista del Estado Islámico. "No estamos únicamente aquí cuando ocurren desgracias, que es cuando se nos llama. No queremos saber nada de esta gente, ni pertenece a nuestro grupo ni nos representa", aseguró el gijonés haciendo hincapié en que durante los últimos años la comunidad musulmana de todo el mundo ha intentado separar su actuación de la de grupos radicales terroristas.

Gaya pidió que "los que hacen este tipo de cosas se vayan a su país" y que "no molesten a los que vivimos aquí en paz". A lo largo de los últimos meses la mezquita gijonesa situada en la calle Echegaray ha celebrado varios oficios religiosos en recuerdo de las víctimas de los últimos atentados protagonizados por el Estado Islámico en diferentes ciudades de Europa. Es la manera de los musulmanes de decir que "no todos somos iguales".