Ni un día sin su enfrentamiento, el capítulo de ayer fue de impuestos y presupuestos. Las tensiones entre el PSOE y Podemos en Asturias encallaron ayer en un punto en el que unos quieren hablar de impuestos, los otros de impuestos y presupuestos, ni siquiera están de acuerdo en saber de qué hablan cuando hablan de fiscalidad y el resultado es otra escenificación de un nunca disimulado rechazo mutuo. Los socialistas volvieron a condicionar el avance de las conversaciones sobre la reforma fiscal a su ligazón indisoluble con la negociación de las cuentas públicas de la autonomía para 2017, un planteamiento que Podemos rechaza. Total, un "enredo" en el que el portavoz del PSOE, Fernando Lastra, terminó ayer emplazando a Podemos "que se deje de cobardías y dilaciones y aclare si quiere continuar hablando del presupuesto".

De alguna manera, ya le habían contestado. La formación morada ya había anunciado ayer, por la boca del portavoz en la Junta, Emilio León, su intención de pasar ya a la siguiente pantalla de su diálogo con el Gobierno regional sobre la reforma del sistema tributario asturiano. Aún no tienen respuesta sobre la primera, el Impuesto de Sucesiones, pero dicen que manejan una oferta de "reforma fiscal completa" y que quieren exponer ya la próxima semana su idea de cómo modificar el IRPF planteando un diálogo sobre fiscalidad que "va más allá", insisten, "de unos presupuestos y por eso hemos separado claramente" las dos negociaciones.

La tesis de Lastra difiere y denota cierto hartazgo. "No estoy para que me mareen", dijo después de repetir varias veces lo mismo de distintas maneras: "No puede haber una negociación fiscal separada de la del presupuesto", "va junto", "está vinculadísimo", "tenemos impuestos porque se financian políticas con ellos", "hablar de fiscalidad en abstracto es poco sensato", "sería un acto de cierta futilidad que no tendría mayor objetivo que mantener una discusión teórica y no estamos en ese plan"... Para el supuesto de que las posturas permanezcan separadas, el portavoz socialista evita aún la amenaza de ruptura explícita, pero "si nos dicen que no", advierte, "todos sabremos que estamos en otro escenario".

El caso es el PSOE piensa que lleva un tiempo discutiendo sobre el presupuesto y resulta que en público su interlocutor discrepa. En este punto del desacuerdo, siempre hacia delante, Podemos expuso someramente ayer su idea para "revertir", dijo Emilio León sin sacar el dedo de la llaga, "el pacto PP-PSOE en torno al IRPF". La referencia del portavoz de Podemos al acuerdo entre las dos formaciones que acompañó al pacto para el presupuesto de 2015 anticipó su idea de que allí se impuso "un modelo regresivo de fiscalidad" que ahora ellos vienen a corregir. ¿Cómo? "Es posible bajar los impuestos a la mayoría social y con nuestra propuesta se puede beneficiar el 97 por ciento de las recaudaciones". Asturias tiene derecho, precisó, a "disfrutar del tipo más bajo para las rentas con menores ingresos". Avanzó que su propuesta beneficiaría a los ingresos por debajo de 60.000 euros y que se compensaría haciendo que las de más de 175.000 tributen "como corresponde". Replica al Gobierno y a IU, el otro interlocutor del diálogo fiscal, que su planteamiento no mermará la recaudación ni afectará a la financiación de los servicios básicos "si se afrontan la evasión y la elusión fiscal y la morosidad", un problema cuyo coste calculó en 1.500 millones de euros al año en Asturias, aproximadamente 1.200 por contribuyente.

A la mención de la corrupción rebrotó la letanía de Podemos sobre la convicción de que Javier Fernández "banaliza" "Gürtel" y los escándalos que implican al PP y León remarcó que "nos preocupa que la condescendencia de Fernández con la trama 'Gürtel' tenga un gesto recíproco por parte de Mariano Rajoy en lo que se refiere al caso de El Musel".

El portavoz de Podemos también ve "contradictorio" que el Gobierno regional lamente que corre el riesgo de perder 32 millones de euros del Estado a cuenta del sistema de financiación autonómica y "a la vez estén a las puertas de entregarle el Gobierno a Rajoy".

Como para dar fe de la magnitud del desencuentro, por si hubiera quedado poco claro, en el pleno de la Junta hubo ayer ocho votaciones. Podemos y PSOE no coincidieron hasta la última, la propuesta de elaboración de un plan de atención sociosanitaria, que fue aprobada por unanimidad.