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Las trabas a dos productos autóctonos con gran potencial

El vino de Cangas entra en la alta cocina

Carlos Ron recupera la viña familiar de Carballo y coloca en menos de dos años su marca en los mejores restaurantes del país

Carlos Ron, con una copa de vino rosado en la mano, y su abuelo Fernando Martínez, con vino blanco, en el llagar familiar del siglo XIV. LUISMA MURIAS

El vino de Cangas entra en la alta cocina con la bodega de Carlos Ron. El joven empresario ha conseguido colocar en menos de dos años su marca Vitheras (Viticultores Heroicos de Asturias) en los principales restaurantes con estrella Michelín del Principado y de Madrid, y recibir reconocimientos internacionales por la calidad de sus vinos. Ron, de tan sólo 23 años, dejó en 2014 su trabajo de oficina en la capital para volver a sus orígenes y recuperar la tradición vinícola de su familia en Carballo. Fueron precisamente unos documentos del siglo XVI, hallados durante la restauración de su casa canguesa, los que le empujaron a rescatar las viñas de sus antepasados. "Esos papeles constatan que nuestros terrenos han estado dedicados al cultivo de la vid desde tiempos inmemoriales. Fue una apuesta arriesgada dejarlo todo por este proyecto, pero yo creo en él y en que tiene futuro", explica, junto a sus abuelos maternos Fernando Martínez y Lucía Rodríguez.

Aunque Vitheras también elabora vino rosado, la apuesta de Ron es sin duda por el blanco. "Es nuestro caballo de batalla. La variedad de uva que tenemos aquí, el albarín blanco, es única en el mundo, diferente y de una calidad excelente", asegura. Así lo confirman los premios obtenidos con la añada de 2014: medalla de oro en Italia y Hong Kong y de plata, en España y Londres. El joven emprendedor, hijo del presidente del Banco Popular Ángel Ron y de la abogada canguesa Pilar Martínez, produce al año 10.000 botellas de albarín blanco y otras 10.000 de rosado, elaborado a partir de las variedades autóctonas albarín negro, verdejo negro y mencía. El 80% de la uva sale de viticultores del concejo y el 20% restante de la viña familiar de Carballo. "Ahora mismo tenemos en producción media hectárea, pero estamos ampliando. Este año plantamos dos hectáreas más y en 2017, añadiremos otras seis", detalla.

Carlos Ron, licenciado en Administración y Dirección de Empresas, también tiene en mente construir en el plazo de dos años una novedosa bodega, que diseñará el arquitecto Mauro Lomba. A pesar del crecimiento, la producción de Vitheras seguirá siendo la misma: 20.000 botellas. "Nuestra filosofía es cuidar la calidad del vino y no copar el mercado. También tenemos claro que no vamos a hacer vino tinto. Hay mucha competencia y pensamos que donde podemos diferenciarnos del resto es en el albarín blanco", dice Ron. El camino hasta aquí no ha sido ni mucho menos fácil, ya que la bodega tuvo complicaciones para entrar en la Denominación de Origen Protegida a consecuencia de su vino rosado. Vitheras es el único que lo produce hoy en día en Asturias y después de una larga lucha ya está dentro del Consejo Regulador. "Lo peor de esta experiencia han sido las trabas administrativas. Eso te genera hartazgo y limita tu potencial de una manera asombrosa", concluye.

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