Son mujeres y viudas. Cobran pensiones que oscilan, salvo excepciones, entre los seiscientos y los ochocientos euros al mes y aseguran que llegar a fin de mes es un ejercicio de matemáticas: un gasto extraordinario desajusta su economía. "La compra la hacemos en los supermercados más baratos y debemos aprovecharnos de las ofertas para comer algo curioso sin gastar más de lo que podemos", explica Margarita Díaz, presidenta de la Asociación de Viudas "Villa de Avilés", un colectivo que aglutina a un número importante de avilesinas que ha aprendido a gestionar sus gastos sin que adelgacen demasiado sus ingresos para llegar a fin de mes.
"Entre la luz, el agua y el teléfono se nos va casi toda la pensión, por eso tenemos que hacer muchos trucos para estirar el dinero sin que se nos rompa", puntualiza Díaz, que señala: "Nosotras cocinamos en casa y no desaprovechamos nada, ni el pan duro. Si sobra una barra hacemos torrijas, pero no tiramos comida a la basura". En esta filosofía aseguran haber educado a sus hijos.
También miden los gastos en ropa. "Vamos a comercios baratos, que ahora hay muchos en Avilés, o a los chinos", subraya la presidenta de la Asociación de Viudas "Villa de Avilés". Una compañera del colectivo dice al respecto: "Las que sabemos coser solemos ir a comprar ropa a la plaza (el mercado semanal de los lunes) y luego en casa le ponemos unas flores o unas puntillas y ya tenemos una prenda con la que tirar una temporada". Los lujos no entran en los planes de estas mujeres que pese a todo reconocen que hay muchas personas que viven con pensiones inferiores a las suyas, por eso no se quejan. "Nosotras estiramos lo que tenemos, pero en el fondo somos afortunadas", concluye Margarita Díaz.
