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ÍÑIGO LOSADA | Director del Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria

"Con el aumento del nivel del mar iremos perdiendo playas, sobre todo urbanas"

"Puede cambiar la desembocadura de la ría de Villaviciosa, y haber inundaciones en otras más antropizadas, como Navia"

Íñigo Losada, durante la entrevista. IRMA COLLÍN

El cambio climático hará que Asturias se "mediterranice", con temperaturas más suaves y veranos más largos y cálidos. Sin embargo, también elevará el nivel del mar y multiplicará los efectos de los temporales si no se toman medidas. Íñigo Losada, director del Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria, ha elaborado un estudio que analiza el impacto del cambio climático en la costa. "Iremos perdiendo playas irremediablemente, sobre todo urbanas", indica Losada. Eso solo con un aumento del nivel del mar de entre 45 y 70 centímetros, un cálculo conservador. Como consecuencia, puede haber grandes inundaciones en Ribadesella o Navia, y modificarse la desembocadura de la ría de Villaviciosa.

-Mucha gente puede quedarse sin casa.

-En un escenario en el que no interviniésemos de ninguna manera para adaptarnos tendríamos personas afectadas directamente por una inundación permanente. Se han cuantificado entre 3.000 o 3.500 personas. Hay diez mil que se verían afectadas por eventos extremos como los que vivimos en febrero de 2014. Eso en el caso de que no haya intervención.

-¿Es una realidad el cambio climático?

-Eso no lo vamos ni a discutir.

-Hay discrepantes.

-Lo que hay que entender es que existe una variabilidad climática natural, que la hemos venido observando. Sabemos a partir de datos paleoclimáticos de hace cien mil, doscientos mil, trescientos mil años que nunca habíamos llegado a una concentración de CO2 en la atmósfera como ahora, y eso ha dado lugar a un calentamiento que se está acumulando sobre todo en el océano y que nos está llevando a unas condiciones que no habíamos tenido nunca. Se ha demostrado que ese calentamiento se debe a la contribución del hombre a la emisión de gases de invernadero, según el último informe del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change).

-¿Dónde afectará más?

-El concejo más afectado es Ribadesella, claramente, y luego las zonas bajas donde hay mucha población, como Soto del Barco.

-¿Y las rías?

-El aumento del nivel del mar les afecta de forma indudable. Villaviciosa, siendo una zona baja, no va a sufrir tanto impacto sobre la población, ya que al estar protegida no hay mucha edificación. Pero el incremento del nivel del mar y la dinámica general va a provocar cambios en la desembocadura, los bajos mareales y los canales. Aun así, la capacidad de adaptación de la ría no está presente en otros sistemas.

-¿Cuánto puede subir el mar en Asturias?

-Depende del escenario. Para 2050, podría subir 24 o 25 centímetros, lo que ha crecido en los últimos 65 años. Y para fin de siglo, dependiendo de si es un escenario medio o pésimo, entre los 45 y los 65 o 70 centímetros. Son proyecciones conservadoras, porque hay otras extrapolaciones que dan lugar a valores mayores, y nuestro análisis tiene en cuenta una posible subida del mar de un metro, que es lo que da el IPCC.

-Habla de un incremento de la temperatura del mar de tres grados. ¿Cómo puede afectar?

-Afectará sobre todo a los ecosistemas, como las algas o la costera, que tienen unas condiciones bioclimáticas que condicionan su hábitat. Estos ecosistemas quizá vayan a migrar buscando zonas más frías. Y quizá afecte a las pesquerías. También puede influir en la llegada de nuevas especies, aquellas que se adapten mejor a temperaturas mayores.

-Están analizando cómo puede afectar el incremento del mar a la operatividad de los puertos asturianos.

-En muchos puertos, en condiciones de temporal, ya se producen rebases, lo cual reduce la operatividad del puerto, y genera peligro sobre vehículos, peatones e infraestructuras. Llanes, Lastres, Candás tienen problemas... Muchos de estos diques ya son rebasables y tienen problemas de agitación interior. Al tener más calado, tenemos la ventaja de que ya no será necesario dragar tanto, pero tiene el inconveniente de que entra más energía en el puerto. Requerirá recrecer los diques o tomar medidas adicionales que aminoren la agitación.

-Los temporales fuertes, como en de febrero de 2014, serán cada vez más frecuentes.

-Si a esas condiciones que se dieron en 2014 -pleamares vivas, marea meteorológica importante y olas grandes-, le sumamos 40 centímetros, 60 o un metro de crecimiento del nivel del mar, esos fenómenos serán algo más habitual. Lo que ocurrió en 2014 tienen una posibilidad de retorno de 40 años. En función de la zona de Asturias, podemos hablar de repeticiones cada cuatro u ocho años, una situación indeseable que obliga a medidas.

-¿Qué se puede hacer?

-Muchas cosas. Por un lado, la reducción de la exposición y la vulnerabilidad. Toda la política territorial que tienda a reducir la vulnerabilidad de la costa, no ocupando zonas bajas, intentado proteger zonas más expuestas, todo lo que son obras de conservación y mejora, va a ampliar la resiliencia frente a los impactos del cambio climático. Es más problemático limitar los efectos sobre los ecosistemas o sobre las rías. Las de Villaviciosa o la de Barallo, que están protegidas, tienen más capacidad de adaptación. Sin embargo, en aquellas que hemos antropizado mucho, canalizado y construido en ellas, como la de Navia, la capacidad de adaptación es inferior. Habrá que hacer obras de protección ahí contra el problema de la inundación.

-¿Y las playas?

-Algunas las iremos perdiendo irremediablemente con el paso del tiempo, por el incremento del nivel del mar, sobre todo las playas urbanas. Siempre podemos regenerar playas para mantenerlas no solo como recurso turístico, sino como elemento de protección de la costa.

-Habla de Salinas como una de las que puede desaparecer.

-El aumento del nivel del mar va a continuar erosionándola. Iremos perdiendo arena, cada vez habrá más afección sobre el muro, que cada vez se deteriorará más, y si no tomamos medidas habrá unas pérdidas económicas asociadas a la reducción de la superficie de arena. Lo mismo puede ocurrir con la de San Lorenzo, la primera y segunda de Luarca. La mayor parte de las playas que están acotadas por un muro tienen poca capacidad de adaptarse.

-¿Va a parecerse el clima asturiano al de Murcia?

-Hay proyecciones que hablan de un descenso de la precipitación en Asturias y de cambios en la temperatura ambiente. Tengo esperanza de que empecemos a mitigar y no alcancemos ese aumento previsto de dos grados. Lo que indican todas las proyecciones es una tendencia a la "mediterraneización" del clima asturiano. Nos puede llevar a una mejora en muchos ámbitos, con un verano más seco y más largo, aunque tampoco podemos saberlo. Lo que sí sabemos es que, en la costa, tenemos unos cambios en el nivel del mar y otros drivers climáticos que nos obligan a hacer un seguimiento y tomar medidas.

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