La decisión política estaba tomada y anunciada. Lo que hizo ayer el Consejo de Gobierno fue oficializarla y abrir la puerta para hacerla efectiva. Asturias recurrirá judicialmente el real decreto por el que se regulan las evaluaciones externas de Secundaria, que contempla la Lomce. Las famosas reválidas de finales de etapa en la ESO y el Bachillerato.

El Gobierno asturiano interpondrá el recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo. Se contesta el real decreto 310/2016, de 29 de julio, que da cuerpo a esos exámenes que para el próximo curso tendrá carácter más que serio: o se superan o el escolar no titula.

Lo que el Principado pretende a través de este recurso que apunta directamente al Supremo es la paralización de la aplicación de las reválidas de cuarto curso de la ESO y de segundo curso de Bachillerato.

Asturias se suma a la corriente generalizada entre comunidades autónomas no gobernadas por el PP. Hay nueve que anunciaron recursos. Cada comunidad presenta la suya, atendiendo al ámbito competencial y en ocasiones a argumentarios distintos. Asturias califica las reválidas de "injustas", "innecesarias" e "ineficaces", a la vez que entiende que suponen una falta de confianza y crédito para el profesorado asturiano.

El Consejo de Gobierno asturiano señala en su comunicado posterior a la reunión que estas evaluaciones que marca la Lomce "no cuentan con el consenso de la comunidad educativa, ni de las comunidades autónomas, y rompen con los criterios pedagógicos de la evaluación continua del alumnado".

Con independencia de lo que determinen los magistrados del alto tribunal, el Principado llegó días atrás a un acuerdo con la Universidad de Oviedo para organizar conjuntamente la evaluación final de Bachillerato en el próximo mes de junio. La Universidad elaborará el material de las pruebas y asumirá la organización de los procesos necesarios "para que el alumnado pueda realizar la reválida con todas las garantías".