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JAVIER CASTAÑO | Torero

"El fallo contra la prohibición de corridas es un frenazo en seco a los antitaurinos"

"Los políticos se lo deberían pensar dos veces antes de querer quitar los toros, la tauromaquia no es tan fácil de tocar porque somos muchos"

Javier Castaño, en el patio de cuadrillas de El Bibio. ÁNGEL GONZÁLEZ

Acostumbrado a vencer el miedo para jugarse la vida frente al toro, Javier Castaño (León, 1980) puso el mismo valor para superar el cáncer que le diagnosticaron a principios de año. En enero comenzó a lidiar con la quimioterapia y en abril lo hacía con una corrida de Miura en la Real Maestranza de Sevilla. De esas vivencias, lucha incluida, ha dejado testimonio el periodista Javier Lorenzo en el libro "Castaño, alma de acero", que esta tarde, a las 20 horas, presenta en el hotel Tryp Rey Pelayo en compañía del propio torero.

-El Tribunal Constitucional ha anulado la prohibición de las corridas en Cataluña, pero ¿volverán los toros a Barcelona?

-Tenemos la ley de nuestro lado. Se ha hecho justicia, se han puesto las cosas en su sitio, de donde no deberían haber salido nunca. Cataluña y la Monumental de Barcelona han sido de las plazas más importantes que ha habido. En los años 60 y 70 era la plaza que más festejos daba durante la temporada, incluso llegó a haber tres plazas de toros a la vez funcionando. Deben volver los toros porque hay gente que lo está reclamando.

-De no volver, al menos sienta jurisprudencia para frenar a otras comunidades que querían seguir la estela de Cataluña.

-Esta sentencia es un frenazo en seco para los antitaurinos y sentará un precedente importante. La tauromaquia no es tan fácil de tocar y de prohibir porque somos muchos los que vivimos por y para el toro y muchas las personas a las que les gusta ir a la plaza. Es un hecho importante porque los taurinos somos un poco abanderados de la libertad y no se puede prohibir algo tan a la ligera. Menos aun cuando es un arte que viene de tan lejos y que es emblema, santo y seña de nuestra identidad como país. Se lo deberían pensar dos veces antes de tomar estas decisiones.

-¿Todos los toreros tienen alma de acero?

-Sí. Es una profesión muy dura que requiere mucho esfuerzo. Más todavía con las condiciones que este año se han dado en mi carrera, con el paso que he tenido que dar con la enfermedad.

-¿De qué habla el libro?

-Conozco a Javier Lorenzo desde hace tiempo. Cuando él comenzaba a dar sus primeros pasos en el periodismo yo hacía lo propio en la tauromaquia. Conoce perfectamente mi trayectoria, fue testigo directo de mi recuperación y de aquella tarde en La Maestranza. Después de torear en Sevilla me propuso escribir una biografía porque mi caso ha sido particular por cómo lo he afrontado, por la constancia y por no bajar nunca los brazos. Javier cree que puede ayudar a muchas personas que estén pasando por una situación difícil, y en la profesión también.

-Pasó la enfermedad en silencio y lo hizo público después de curarse. ¿Cómo pudo preparar el inicio de temporada?

-Prácticamente no lo pude preparar. Me diagnosticaron la enfermedad en enero y tenía un contrato para torear en la plaza de toros de Sevilla el 19 de abril. Durante esos tres meses estuve metido de lleno en mi recuperación, con las sesiones de quimioterapia, que eran durísimas, no podía hacer nada: me dejaban machacado. Fueron 19 días para preparar una de las tardes más importantes de mi carrera, de las más de 350 corridas que he toreado, porque era un volver a empezar. Un volver a vivir.

-¿Qué balance hace de su temporada?

-Ha sido especial. En enero no sabía lo que me iba a deparar el año y cómo iba a solventarlo ni cómo saldría de aquello. Al final he podido estar en plazas importantes como Sevilla, Madrid, Pamplona, Mont de Marsan (Francia) o Salamanca. No buscaba los números, sino la sensación de encontrarme bien.

-Pasó del miedo al toro para ganarse la vida al miedo al cáncer.

-El miedo al toro lo conoces y te mentalizas para controlarlo. Al diagnosticarme el cáncer es todo diferente, es un miedo a lo desconocido.

-Antes de la enfermedad, ¿en cuántos festivales benéficos se ha jugado la vida gratis?

-En muchísimos. El toreo es una profesión muy solidaria y en cuanto hay una causa en la que se puede ayudar ahí estamos para jugarnos la vida y contribuir con ello. En mi carrera han sido infinidad de veces las que me he vestido de luces y de corto por una causa solidaria. Y lo seguiré haciendo.

-Pese a todo, tienen muchos detractores.

-El mundo del toro está sufriendo muchos ataques, sobre todo políticos, que están fuera de lugar. No se dan cuenta de la labor de solidaridad, y otras muchas, que tiene el toro.

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