La Fresneda, en Siero, y concejos como Corvera, Gijón y Avilés registran la mayor expansión del jabalí en el entorno de zonas periurbanas. Si bien la especie está presente en los 78 concejos de la región, salvo en el de Gozón, es en el área metropolitana donde existe una problemática más acusada. Los daños a cultivos, y más cerca de la zona urbana, a jardines y parques públicos, tienen su origen, según la Consejería, en el envejecimiento de la población rural y el abandono de la actividad agraria así como la disminución de las licencias de caza y la ineficiencia de las batidas, remarcó el director de Recursos Naturales.

Manuel Calvo aludió a la falta de relevo generacional, por el envejecimiento "muy acusado" en la edad media de los cazadores que experimentó un salto de los 34 años de 2002 a 56 en 2015. Ello ha repercutido en una disminución progresiva de las licencias de caza que han caído un 54% desde 1986. Las batidas tampoco alcanzan la eficiencia deseada porque el cupo de seis ejemplares por cacería ni siquiera se alcanza: actualmente la media se sitúa entre 1,5 y 2,2.

Con el nuevo plan de prevención el Principado quiere poner coto a los riesgos por daños del jabalí en praderas y cultivos pero también a la población y la seguridad vial siendo por ahora los ataques a personas "muy excepcionales", precisa la Administración.