La "plaga" de los jabalíes está en las ciudades, pero no en los montes. Los cazadores de Asturias piden gestionar las zonas de seguridad -32.200,5 hectáreas próximas a los núcleos de población, donde está prohibido la caza- ante la escasez de ejemplares en los cotos. "De poco sirve que podamos matar seis animales por cacería si no los hay", se quejan las cuadrillas al Principado, que instó recientemente a las sociedades a cumplir el cupo máximo.

Según la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, los cazadores abaten de media "entre 1,5 y 2,2 ejemplares" cuando podrían llegar a seis en los cotos y a cinco en las reservas. "¿Que piensan que si viéramos más jabalíes no los íbamos a matar? El fin de semana pasado en Aller podíamos haber cazado cinco y sólo vimos a uno", asegura Juan Carlos Corte, presidente de la Asociación de Cazadores de Nava- Villa de la Sidra. Corte afirma que los cotos "no están plagados de jabalíes como dicen". "El problema -añade- está de la nacional 634 hacia la costa. En dirección a León, hay cuatro".

Las sociedades de caza sostienen que los jabalíes están cómodos en las zonas de seguridad, ya que están libres de depredadores (lobos) y de caza. Para evitar que se acomoden aún más, las cuadrillas proponen al Principado asumir la gestión de estas áreas, ahora en manos de los guardas. "El problema tienen fácil solución: que reparten las zonas de seguridad entre las sociedades", opina José Vigil, presidente de la Asociación de cazadores "El Jabalí" de Cabrales, que descarta que la población supere los 60.000 ejemplares. "Ya me parecen mucho que hubiera 30.000", dice. En ello está de acuerdo Manuel Ángel Crespo, del club deportivo de cazadores "El Mirlo" de Las Regueras: "No hay que confundir que la especie esté en Oviedo con que sea un hormiguero. Donde están tranquilos, proliferan. Es así de claro".

Los profesionales afrontan los días de caza cada vez con mayor frustración. "El fin de semana hubo cuatro cacerías en nuestra zona y una mató tres jabalíes, otra a uno y las otras dos, cero. Y las anteriores fueron parecidas. No se llega al cupo máximo prácticamente nunca", reconoce Manuel Ángel Casero. Aparte del cambio de distribución de la especie, los cazadores achacan la escasez de tiros a la abundancia de maleza en los cotos. "En esta época del año hay mucha y eso nos impide ver a los jabalíes", dice Fernando González, responsable de la Asociación cinegética Sierra de Pulide Nalón (Castrillón, Corvera, Illas, Candamo, Soto del Barco y Pravia). González indica que la mayoría de sus cuadrillas cazan "uno o ninguno la mayoría de las veces". Esto explicaría que muchas sociedades de cazadores limiten incluso a tres las batidas en sus zonas de gestión. "Lo hacemos por asegurar la caza durante toda la temporada. El grueso de la población está metida en las zonas donde no hay control y nosotros no podemos intervenir", insiste José Vigil, que está convencido de que "el problema irá a más".

Por otra parte, el comité científico del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente está a favor de incluir al cerdo vietnamita en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras como ha solicitado el Gobierno del Principado. Los expertos consideran que la especie, originaria del sureste asiático, supone un "riesgo sanitario y medioambiental" por su fácil hibridación con el jabalí (cerdolí).