"Estoy tranquilo", aseguró ayer el concejal socialista de Castropol Juan Expósito, de 71 años, al que la Fiscalía acusa de un delito de acoso sexual por besar sin su consentimiento a una limpiadora del Ayuntamiento, con la que forcejeó mientras la trasladaba para que adecentase una carpa donde se desarrollaba el festival de la ostra. La Federación Socialista Asturiana pide al concejal que renuncie a su cargo, pero el Alcalde de Castropol, José Ángel Pérez García, puso la mano en el fuego por Expósito. "Confío plenamente en él y va a seguir ejerciendo sus funciones hasta que él lo considere conveniente", señaló el regidor, quien ya en su día se negó a apartar al edil. El juicio se celebrará el próximo miércoles en el juzgado de lo penal número 2 de Avilés.

Según la Fiscalía, los hechos por los se juzga a Expósito ocurrieron el 2 de mayo del año pasado, durante los trabajos de limpieza de la segunda edición del festival de la ostra. Según el ministerio público, que pide para el acusado una pena de multa de 2.880 euros (12 meses de multa a razón de 8 euros diarios), el día de los hechos, sobre las nueve de la mañana, el concejal, jefe directo de la víctima -que llevaba trabajando una década en el ayuntamiento-, recogió con su coche a ésta para llevarla a la carpa del festival situada en el muelle de la localidad.

"Dame un beso"

Una vez que llegaron allí, sobre las 9 y diez de la mañana, y siempre según el fiscal, el acusado se abalanzó sobre la limpiadora, besándola y, tras recriminarle ella lo que estaba haciendo, el edil le requirió: "Dame un beso, dame un beso". La mujer intentó desabrocharse el cinturón de seguridad para irse y apartó la cara, momento que aprovechó el acusado para cogérsela para que no la quitara, iniciándose un forcejeo. La víctima logró no obstante salir del vehículo, poniendo fin al desagradable episodio.

La mujer presentó denuncia ante la Guardia Civil de Castropol al día siguiente de los hechos. El comité de empresa del ayuntamiento reclamó al alcalde que el concejal fuese apartado de manera temporal de sus cargos en tanto se aclaraban los hechos. Sin embargo, el gobierno local desoyó este requerimiento. El alcalde se negó abiertamente, al tiempo que acusaba al comité de empresa de extralimitarse en sus funciones. Una dimisión, en su opinión, hubiese significado admitir que era culpable. El alcalde aseguró que, por otro lado, se había dado todo el apoyo a la limpiadora denunciante. Cuando se conocieron los hechos, el PP no quiso hacer sangre con el asunto, indicando que había que tomarlo con respeto, al tratarse de un "tema complicado".

A consecuencia de estos hechos la mujer sufrió una crisis de angustia y, debido al nerviosismo que le ocasionada volver a su puesto de trabajo, estuvo a tratamiento con ansiolíticos. Tardó en curar 252 días. Le quedó como secuela un trastorno distímico. Aparte de la pena de multa, la Fiscalía solicita el pago de una indemnización de 15.720 euros a la víctima. La Fiscalía pide que responda de forma subsidiaria el Ayuntamiento de Castropol