El Consejo del Poder Judicial y el Gobierno dejaron de lado en la anterior legislatura la reforma de la planta judicial, pero el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), Ignacio Vidau, insiste en su última memoria en la necesidad de racionalizar la organización de los Juzgados asturianos, debido a la escasa carga de trabajo en ocho de los 18 partidos judiciales de la región. Según Vidau, es lo que ocurre en partidos dotados de dos juzgados, como Grado, Lena y Laviana, pero también en otros cinco que disponen de un solo órgano judicial, como Cangas del Narcea, Villaviciosa, Castropol, Piloña y Tineo. Este último es posiblemente el de menor carga de actividad, con 434 asuntos civiles y 788 asuntos penales durante 2015, cifras que suponen menos de la mitad de la actividad que afrontan, por poner un ejemplo, los juzgados mixtos de Avilés. Por contra, el presidente del TSJA ve una carga de trabajo "alta" en los Juzgados de Cangas de Onís -registró 939 asuntos civiles y 1.577 asuntos penales en 2015-, Luarca, Llanes y Pravia.
Para Ignacio Vidau, "es imprescindible abordar de una vez la elaboración de una nueva organización judicial acorde con las actuales circunstancias de facilidad de comunicaciones que favorecen notablemente los desplazamientos y de utilización de tecnologías de la comunicación (videoconferencia y otras) que permite la realización de actos procesales sin necesidad de presencia física en la sede del tribunal".
Para el presidente del TSJA, "la concentración que supone la creación de los tribunales de instancia daría lugar a un más equitativo reparto de trabajo entre los jueces y magistrados del territorio con la consiguiente mejora del servicio".
La propuesta de reorganización que lanzó el Consejo General del Poder Judicial en 2012 causó gran malestar en la región. Planteaba por ejemplo reunir en uno solo los cuatro partidos judiciales de las Cuencas, con una cabecera posiblemente situada en Mieres. También planteaba unir en uno solo los partidos judiciales de Castropol, Luarca y Tineo, dejando como está el de Cangas del Narcea. También se agruparían los de Villaviciosa, Siero, Piloña y Cangas de Onís, y quedaría como hasta ahora el de Llanes. Grado se uniría al partido de Oviedo y Pravia al de Avilés. Finalmente, el partido judicial de Gijón quedaría como hasta ahora.
Esta propuesta del Consejo, que reducía a ocho los 18 partidos judiciales asturianos, se encontró con una fuerte oposición de la Federación Asturiana de Concejos (FACC), que consideraba más coherente que Tineo se uniese a Cangas del Narcea, veía inadecuado que Langreo o Villaviciosa perdiesen su cabecera judicial, o que Grado se uniese a Oviedo, teniendo en cuenta la lejanía respecto a la capital del Principado de concejos pertenecientes al partido moscón como Belmonte de Miranda o Somiedo. También se veía con malos ojos la unión de Pravia a Avilés. El Consejo quiso dejar claro que modificación de los partidos judiciales en ningún caso significaría que los concejos más alejados perdiesen cercanía con la Justicia, ya que se mantendrían las sedes para la presentación de escritos o denuncias. Para la FACC, esta propuesta suponía alejar los servicios de la administración de Justicia de los ciudadanos, perjudicar a aquellos municipios en los que la actividad judicial tenía una influencia importante y poner en riesgo inversiones. Numerosos municipios, como Piloña, Pravia o Langreo mostraron su malestar por la posibilidad de perder sus Juzgados.
El Gobierno decidió frenar la reforma, al igual que la de los tribunales de instancia, que trataban de introducir una nueva organización judicial para facilitar una mayor movilidad de los jueces.
