Los expertos sanitarios piden conservar el "plus de calidad" que tiene la leche asturiana, tras revelar un estudio que las ganaderías del Principado presentan los niveles más bajos de Europa en dioxinas. Estos contaminantes, originados por la industria, se acumulan de forma permanente en el tejido adiposo humano y pueden llegar a provocar cáncer. Los niños y las mujeres embarazadas son los grupos de población más afectados, según advierten los investigadores de la región, que piden "avanzar" en el etiquetado. "El sector lácteo lleva años pidiendo que se especifique en los envases todos los contenidos del producto, incluyendo las dioxinas. El estudio demuestra que nuestra alimentación es natural", sostiene Anodina Tardón, directora de la Unidad de Epidemiología Molecular del Cáncer en el Instituto Universitario de Oncología de la Universidad de Oviedo.
En esta misma línea se pronuncia la pediatra y especialista en endocrinología Isolina Riaño, que demanda un "etiquetado correcto" para valorizar los lácteos de Asturias. "Si se especifica en el envase sus propiedades, el consumidor elegirá el producto más sano", asegura. La autora, junto a Anodina Tardón, de un estudio sobre el impacto de la contaminación en los recién nacidos, afirma que es "una muy buena noticia" que las explotaciones del Principado apenas tengan dioxinas. "Esto es un círculo: si no hay sustancias tóxicas en las ganaderías, la carne y la leche estarán libres de contaminación y el consumidor no sufrirá patologías a consecuencia de su ingesta", indica.
Riaño pone el foco en las madres gestantes: "Son períodos de gran vulnerabilidad y pensamos que las dioxinas pueden producir cambios epigenéticos, es decir, en la expresión del genoma del futuro bebé". De ahí la importancia de consumir productos "lo más naturales posibles", como los asturianos. Los sanitarios señalan que, durante los procesos de adelgazamiento, "las dioxinas se extienden con mayor facilidad por el organismo y eso puede producir a largo plazo patologías".
El campo asturiano es privilegiado al disponer en niveles muy bajos de sustancias tóxicas. No obstante, los expertos insisten en que "hay que estar vigilantes". "La principal fuente de contaminación es el hombre y, en este caso, las incineradoras de basura. Aquí no las hay y por eso el contenido de dioxinas no es alto. Pero para gozar de este sello de calidad hay que seguir así. Es decir, sin construir una incineradora en Serín", defiende la epidemióloga Adonina Tardón. "Si no está contaminado el aire, no lo están los pastos. Y esa es la senda por la que tenemos que caminar. Podemos aportar productos ecológicos libres de sustancias cancerígenas", remata.
El trabajo, elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado en LA NUEVA ESPAÑA, entusiasma a los distribuidores lácteos. Ignacio Fernández, presidente de la Cooperativa de Corvera que recoge al día unos 70.000 litros de leche, comenta que "los cuidados que recibe el producto lácteo en Asturias no los hay en ningún otro sitio". "Lo justo es que el mercado reconociese el tremendo esfuerzo que hace el ganadero", concluye.
