"La vacuna contra la gripe deberían ponerla al menos todos los enfermos crónicos", recomendó ayer Olaya Suárez, enfermera del centro de salud de Piedras Blancas en la jornada inaugural de la campaña de vacunación que se prolongará en los diferentes complejos sanitarios de la región hasta finales de año. "Todo lo que es prevención es positivo y así debe verse esta vacuna", dijo. Por las manos de esta enfermera pasan habitualmente personas mayores de 65 años y jóvenes con patologías crónicas que solicitan la antigripal. La vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe o minimizarla.

En el centro de salud de Piedras Blancas ponen la vacuna a unos veinte usuarios al día mediante el sistema de cita previa, una cifra que suele ir disminuyendo según pasan las semanas. "Estos días desde que comienza la campaña son los fuertes", explicó Olaya Suárez. Además de recibir la vacuna -gratuita- los profesionales sanitarios recomiendan también adoptar una serie de medidas higiénicas para evitar la transmisión del virus como lavarse las manos con frecuencia, taparse la boca y la nariz con un pañuelo de papel al estornudar o toser y desecharlo después y no compartir vasos, cubiertos, toallas y otros objetos similares.

La comarca sufrió el "pico" gripal el pasado enero, justo después de las fiestas navideñas. Entonces resultaron afectados muchos pacientes pediátricos (menores de 14 años) y también ancianos con múltiples patologías, según los datos recogidos entonces por los médicos centinela, en la primera barricada de contacto con la enfermedad.