La intensa niebla provocó ayer un pequeño caos en el Aeropuerto de Asturias con el desvío de cuatro vuelos que iban a aterrizar en la terminal y la consiguiente suspensión de otros seis despegues.

El vuelo de Air Nostrum de las ocho menos veinte procedente de Palma de Mallorca tuvo que ser desviado a Santiago, y se suspendió el correspondiente regreso a las islas. El de Londres de EasyJet de las ocho menos cuatro dio media vuelta sobre el Canal de la Mancha y se canceló el regreso a la capital británica. El vuelo de Iberia de las ocho y cinco Madrid-Asturias no pudo aterrizar y tuvo que regresar a la capital. Y el París-Asturias, que iba a seguir hacia Barcelona tras aterrizar en el aeropuerto de Santiago del Monte, tuvo que desviarse a Madrid.

También la conexión de Vueling con Barcelona fue cancelada y, según informaron a los pasajeros, saldrá mañana a las once de la mañana. Los viajeros se muestran indignados y comentan que sólo les dieron un bocadillo. Las condiciones en el Aeropuerto eran muy negativas, con una visibilidad menor de cien metros, lo que impedía los aterrizajes por protocolo.