El coste de una porción relevante de las operaciones de obesidad mórbida se amortiza en dos años. A las citadas cirugías se les atribuye en la sanidad pública un precio de 4.500 euros. Y éste es, aproximadamente, el ahorro en fármacos en el bienio siguiente del paciente intervenido que deja de tomar dos medicamentos para algunas de las enfermedades más frecuentemente asociadas al peso extremo. Las cinco patologías habitualmente vinculadas a la gran obesidad son diabetes, hipertensión, dislipemia (colesterol y triglicéridos), depresión y apnea del sueño.

Estos datos forman parte de una investigación de José Luis Rodicio, cirujano general especializado en cirugía bariátrica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Han sido incluidos en la tesis doctoral que defendió el pasado mes de julio, y hoy serán expuestos en Oviedo, en el marco de una jornada sobre la obesidad organizada por la Sociedad Asturiana de Diabetes, Endocrinología, Nutrición y Obesidad (Sadeno). Las sesiones se desarrollarán a partir de las 17.15 horas en la sede del Colegio de Médicos de Asturias.

La sanidad pública asturiana comenzó a operar la obesidad mórbida en 2003. Desde entonces, "hemos realizado cerca de 600 intervenciones", explica el doctor Rodicio. Todas ellas se han efectuado en el HUCA. En el momento actual, el ritmo anual es de unas 70 operaciones (durante años fue de 40), una cifra aún insuficiente a tenor de la demanda: la espera de los enfermos suele rondar los cuatro años.

Según el doctor Rodicio, en los aproximadamente 50 años de recorrido histórico de la cirugía bariátrica se han puesto en práctica unas 100 técnicas distintas. En el momento actual, dos procedimientos desempeñan un protagonismo preponderante: el "bypass" gástrico, la más empleada en el HUCA, y la gastrectomía vertical. El primero de ellos reduce la capacidad del estómago, con el fin de lograr una sensación de saciedad precoz, y realiza un "cortocircuito" en el intestino delgado, lo que se traduce en una disminución de la absorción de grasas.

"El problema epidémico es especialmente preocupante en Asturias, que está a la cabeza de España en obesidad para edades entre 25 y 64 años", señala José Luis Rodicio, quien cifra la prevalencia en la citada franja de edad en el 25,7 por ciento. Según el especialista, los resultados obtenidos en el Hospital Central "son similares a los recogidos en las publicaciones de referencia, en lo relativo a los tres objetivos que persigue esta intervención: la pérdida de peso, la resolución de comorbilidades y la calidad de vida". "Los buenos resultados son el fruto del trabajo conjunto de endocrinólogos, nutricionistas, anestesistas, psicólogos, psiquiatras, neumólogos, rehabilitadores, cirujanos, enfermeros y todo el personal implicado en el tratamiento de la obesidad en Asturias", enfatiza.