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La guía secreta de Asturias

Una historia de hierro y mar

Los restos de la antigua mina de Llumeres y del puerto donde se cargaba el mineral invitan a descubrir este lugar, que está camino del Cabo Peñas, en Gozón

1 Zona del cargadero, en el puerto. 2 El puerto, con una barca en primer término. 3 La bocamina, cerrada. ANA PAZ PAREDES

No deja de resultar curioso que, aun con la natural desazón que causa contemplar los viejos y destartalados edificios de lo que en su día fue la mina de Llumeres, también emociona al mismo tiempo la belleza que allí aún pervive en el puerto y la ensenada del mismo nombre, a un paso de Bañugues. Es éste un lugar que invita a conocerlo cuando muchos viajeros, sin percatarse dónde está, van por la carretera en dirección al Cabo Peñas y lo descubren a un lado de la vía señalado por un área recreativa que se asoma, en plenitud, hacia la mar y que lleva su nombre.

Fue ésta una de las minas más importantes de Asturias en cuanto a la extracción de hierro. Se abrió allá por 1858 de manos de la Compañía Minera de Gozón y, tres años después, pasó a ser de Duro Felguera, a la perteneció hasta su cierre final, en el año 1967. Parece ser que la existencia de este mineral en Llumeres ya era conocida por los romanos, que lo usaron en la Campa Torres.

Allí se encuentran unos de los restos de la arqueología industrial asturiana más importantes de la región y que, después de caer en un franco deterioro, fueron finalmente incluidos por el Principado, allá por el año 2008, en su inventario de Patrimonio Cultural de Asturias, en la categoría de conjunto histórico. Allí están lo que antaño fue el cargadero y el resto de las instalaciones de la mina, donde había almacén, aseos y vestuarios; panadería, casa de la máquina de extracción, la bocamina y el edificio de clasificación del mineral que de allí salía en barcas para Gijón. En los años 20 se construyó un cableado de siete kilómetros que desde allí llevaba el hierro hasta El Regueral, en Carreño, por donde ya se transportaba el mineral en tren hasta La Felguera.

Hoy, después de tantos años de su cierre y mostrando al mundo las heridas del desuso, es Llumeres un lugar que merece, sin duda, un buen paseo. Un paseo que permita valorar cuán importante fue este lugar en la historia de la minería, no sólo en Gozón, sino en general para toda Asturias; un lugar muy querido para sus vecinos, donde se dan cita los pescadores, no sólo de peces, también los de imágenes singulares, que allí hay para aburrir.

Tiene magia este puerto, aunque se encoja un poco el corazón pensando lo que fue y lo que hoy es. La Naturaleza ha sabido vestir este lugar con una personalidad propia y única, un rincón en Asturias donde es un autentico lujo ver atardecer, mientras la luz del faro de Peñas ilumina el horizonte y hace brillos y sombras en la mar. Algo tiene de especial Llumeres, y eso sólo es posible sentirlo bajando hasta allí.

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