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El alcohol daña más el cerebro adolescente, alertan los expertos tras la niña fallecida en Madrid

Los sanitarios piden elevar los controles de los "botellones" de menores: "Quedan desconectados de su corteza cerebral"

El alcohol daña más el cerebro adolescente, alertan los expertos tras la niña fallecida en Madrid

La niña de 12 años que falleció en la localidad madrileña de San Martín de la Vega tras beber ron y vodka en un "botellón" hasta caer inconsciente ya había sido llevado a casa en ocasiones anteriores en estado de embriaguez. Ahora, un juzgado investiga quién pudo proporcionar el alcohol a la menor: si fue a través de un comercio local, de una persona mayor o incluso de un domicilio particular. Los expertos en el tratamiento de adicciones reclaman más control e incluso que se impongan sanciones y se hagan públicas a quien venda bebidas alcohólicas a menores, sin olvidar las campañas educativas y de concienciación.

Psiquiatras y psicólogos expertos en el tratamiento de adicciones insisten en que el problema no es sólo la temprana edad en la que los jóvenes empiezan a consumir alcohol, sino la forma de ingesta: mucha cantidad, con alta graduación y en muy poco tiempo. Sello inconfundible del botellón.

La "Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España" (Estudes 2014-2015), que elabora el Ministerio de Sanidad, revela que casi el 80% de los chicos y chicas de entre 14 y 18 años ha probado el alcohol, y la edad media de inicio en el consumo se sitúa en los 13,9 años.

Julio Bobes, presidente de la Asociación Española de Psiquiatría, afirmó que el caso de la niña fallecida en Madrid "es atípico", porque si bien los jóvenes alcanzan grados elevados de intoxicación etílica, es infrecuente que se den fallecimientos.

Pero los daños que provoca el alcohol en los jóvenes es enorme. "Quedan desconectados de su corteza cerebral. El alcohol es un depresor del sistema nervioso central y eso hace que el cerebro deje de funcionar, lo que puede provocar, en los casos más graves, hasta la paralización del centro respiratorio", explicó Bobes.

El psiquiatra Eduardo Carreño, experto en tratamientos contra las adicciones, explicó que la forma de beber de los jóvenes en el "botellón", con la alternancia entre grandes cantidades de alcohol de elevada graduación en poco tiempo y después días de abstinencia, es "muy dañina y provoca enormes trastornos. Notan los efectos más tarde, lo que hace que puedan beber más, y sus cerebros son inmaduros y muy sensibles a sufrir graves problemas".

La situación se complica si se analiza por sexos. Las mujeres metabolizan peor el alcohol, con lo que la misma cantidad perjudica más a una chica que a un chico. Sin embargo, Roberto Secades, psicólogo y miembro del Grupo de investigación en conductas adictivas de la Universidad de Oviedo, asegura que en el consumo de bebidas alcohólicas "no hay diferencia de sexos; beben por igual".

El problema es cómo atajar una arraigada costumbre social.

Secades explicó que según las encuestas de percepción de riesgo, hace años los españoles consideraban el tabaco menos peligroso que el alcohol. Eso cambió, fruto de las campañas y prohibiciones impuestas. El psicólogo considera que se deben coaligar medidas legislativas y coercitivas con las educativas. Eduardo Carreño abogó por dificultar la celebración de macrofiestas con "botellón" y acabar con los " 'botellódromos'" para que no molesten a los vecinos". E imponer sanciones. Julio Bobes alertó de que "los adolescentes hacen todo aquello que está prohibido", pero considera que sería positivo "un mayor control y que se den a conocer las sanciones a quienes faciliten alcohol a los menores".

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