La diócesis asturiana recupera la figura del vicario episcopal cincuenta años después de la supresión del cargo, que se mantuvo por última vez entre 1964 y 1969 con el obispo Tarancón. El cargo que ahora asume Antonio Vázquez Escobar, que fue párroco de San Pablo de La Argañosa y abandona ahora sus funciones como vicario de Centro y Oviedo, se implicará en la reactivación del plan pastoral de la diócesis a partir de las conclusiones del último sínodo. Ese nombramiento lleva aparejados nuevos movimientos: José Julio Velasco Bolaño se pondrá al frente de la vicaría episcopal de Oviedo-Centro, y Jesús Emilio Menéndez Menéndez, párroco de Luarca, ocupará la vicaría episcopal de Avilés-Occidente. Sustituye a Manuel Antonio Díaz González, nombrado ahora delegado episcopal del clero, tras haber ocupado anteriormente la parroquia avilesina de San Nicolás de Bari ante el nombramiento de Juan Antonio Menéndez como obispo auxiliar de Oviedo. Existe consenso entre la curia asturiana que el suyo ha sido "un buen nombramiento" al ser un hombre "muy querido" por los sacerdotes. Suya es la responsabilidad de atender al clero más anciano que continúa en activo. Asimismo, han sido nombrados arciprestes Marcelino Ramón Garay (Oviedo), Eduardo Solís (Siero), Iván González Collado (El Fresno), Gonzalo José Suárez (El Caudal), José Antonio Couso (El Nalón), José Aurelio Llorens (Gijón), José Antonio Alonso Arteo (Covadonga), Jorge Cabal (Villaviciosa) y Aurelio Burgos (Llanes).