El peor envite del debate para Javier Fernández llegó de su único socio en una legislatura llena de incertidumbres en cada votación que tiene lugar en la Junta General. El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, que jugó un papel decisivo con sus cinco diputados para sacar adelante la investidura del presidente socialista le exigió ayer, hasta en dos ocasiones, la remodelación de su Gobierno. El que fuera coordinador general de la coalición pidió cuentas al Presidente por un año y medio de gestión insatisfactoria y exigió cambios en sus consejerías.

Como Javier Fernández no dio respuesta a esa exigencia, Gaspar Llamazares se vio en la obligación de apretar al Presidente en su contrarréplica. Al final el Presidente salió del paso pero sin dar el brazo a torcer: "No estoy de acuerdo en que el Gobierno esté agotado en algunas de sus consejerías sólo porque usted haya decidido decirlo hoy aquí", respondió Javier Fernández, quien, no obstante, asumió en el debe de su Ejecutivo la situación con la red de 0-3 años, una cuestión sobre la que reconoció la existencia de problemas.

El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, anunció "nueva posición" en el mapa político de la Junta General, donde hasta ahora había respaldado al Gobierno socialista en las cuestiones de mayor relevancia, incluidas en el acuerdo de legislatura. "Pasamos a una oposición exigente pero no vamos a tirarnos al monte y estamos dispuestos al diálogo", concretó Gaspar Llamazares, que citó la ausencia del contrato programa de la Universidad, las dificultades con los planes de empleo y la situación del ITMA como ejemplo de la desatención a la investigación en Asturias, entre algunos de los motivos por los que la coalición no este satisfecha con la gestión del Gobierno autonómico.

"Su discurso fue triunfalista", reprochó Llamazares, que reclamó al Presidente "un liderazgo compartido" para superar el bloqueo político de la región. El Presidente se mostró dispuesto a buscar el acuerdo presupuestario con Podemos, subrayando que "no hace falta caerse simpáticos, que no nos caemos, pero esa voluntad tiene que ser biunívoca y es muy difícil conseguir con lo que uno escucha de retorno de otras bancadas. El acuerdo sería bueno pero si hay sinceridad para llevarlo adelante", un mensaje en el que sin decirlo de forma expresa dejó entrever su escepticismo o desconfianza de las negociaciones sobre los impuestos que la consejera de Hacienda tenía la intención de abrir esta misma semana.

Llamazares afeó a Fernández haber "cavado trincheras" en su discurso con Podemos de la víspera, tras hacer especial hincapié en que el debate sobre el estado de la región marca un punto de inflexión para lo que queda de legislatura y , sobre todo, para no poner la alfombra al PP en las próximas elecciones autonómicas. El portavoz de IU acabó lamentando "que el Gobierno no asuma la necesidad de una remodelación".