Los dientes de la cueva de El Sidrón son una mina de información. El prehistoriador y arqueólogo Marco De la Rasilla Vives explicó ayer en el Aula Magna de la Universidad de Oviedo que gran parte de lo que se sabe hoy sobre el yacimiento piloñés es gracias a las mandíbulas de los neandertales, "su tercera mano". Mediante el análisis de más de 230 dientes, los investigadores asturianos pudieron descubrir que los individuos presentaban hasta "tres o cuatro episodios de hipoplasia", que es el desarrollo incompleto de un órgano debido a una enfermedad o la malnutrición. Las muelas también tenían estrías culturales -rayas superficiales-, por el canibalismo, lo cual reveló que los neandertales de Asturias eran en su mayoría diestros. "Sólo uno de ellos era zurdo, debido a un problema en la dentadura", detalló De la Rasilla, que entusiasmó al público con su animada ponencia.

Otro de los secretos que sacaron a luz los dientes fueron las melladuras del esmalte -una especie de fractura- que las mujeres neandertales presentaban en la parte inferior, mientras que los hombres en la superior. "Esto quiere decir que las actividades variaban por sexos", dijo el prehistoriador, que fue presentado por el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, y la profesora de Historia del Arte Isabel Ruiz de la Peña. El estudio de las mandíbulas halladas en Piloña permitieron asimismo conocer que los neandertales utilizaban palillos por la observación de surcos en los molares. Por último, se localizó sarro con restos de camomila, bitumen y coníferas, "porque utilizaban la boca como tercera mano", insistió.

Marco De la Rasilla relató de principio a fin cómo se trabajo en El Sidrón, "uno de los yacimientos más importantes de Europa, no sólo por lo que hay dentro, sino por lo que queda por descubrir". El profesor del departamento de prehistoria de la Universidad de Oviedo contó que el proceso por el que 2.500 huesos aparecieron en la cueva de Piloña se debió a "una gran tormenta o varias en un corto período de tiempo". De hecho, los restos demuestran que "no pasó mucho tiempo entre el canibalismo y la caída de los huesos al yacimiento". Eso, añadió, facilitó su fosilización e impidió que los roedores los desconfiguraran.

Con respecto a los instrumentos de piedra que también fueron encontrados en El Sidrón, De la Rasilla comentó que uno de los materiales fue el sílex. "El de mejor calidad de Asturias estaba en Piloña y fue transportado por todo el norte. Hoy prácticamente no queda, lo cual quiere decir que hubo una sobreexplotación prehistórica", profundizó. El remontaje es otra de las peculiaridades del yacimiento asturiano, "un hecho muy poco frecuente en el mundo", según señaló el experto madrileño.